La UE empieza a trabajar sin Reino Unido

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SILVIA MARTINEZ / BRUSELAS

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La marcha de Reino Unido de la escena política comunitaria, y de su primer ministro David Cameron, es ya una realidad. Los 27 líderes de la Unión Europea han discutido por primera vez su futuro en común sin Londres y este primer debate arroja una constatación evidente: muchos ciudadanos europeos están desencantados con el proyecto actual y es hace necesario abrir una “reflexión política” para acelerar la agenda de reformas que impida que el ‘brexit’ pueda contagiar a otros Estados miembros.

“Es un momento serio de nuestra historia y algo ha quedado claro. Los líderes están determinados a seguir unidos como 27”, explicaba el presidente de la UE, Donald Tusk, tras un desayuno de trabajo que se prolongaba hasta el mediodía y en el que han vuelto a reiterar los dos grandes mensajes que lanzaron el martes a Londres. Para empezar que no se abrirá el proceso de negociación hasta que el nuevo gobierno británico no notifique su deseo de salir de la UE y, en segundo lugar, que no habrá un mercado único a la carta como pretende el campo del ‘brexit’.

El sentir de los 27 se concreta en una declaración de siete puntos en la que lamentan el resultado del referéndum del pasado 23 de junio y subrayan la necesidad de organizar la salida de forma “ordenada” y de acuerdo con el artículo 50 del Tratado, que apunta a que es Reino Unido quien debe informar de su intención de abandonar la familia a la que se incorporó hace 43 años. “Deben hacerlo lo más rápido posible” y “no puede haber negociaciones de ningún tipo mientras no haya notificación”, zanjan.

El texto señala a Reino Unido como un país tercero que solo podrá acceder al mercado único si acepta las cuatro libertades previstas, incluida la libre circulación de personas que tanta polémica genera entre los euroescépticos. “No habrá mercado interior a la carta. Los que quieran tener acceso tienen que aplicar las cuatro libertades sin excepción, sin matices”, insistía el jefe del Ejecutivo, Jean-Claude Juncker.

Aunque no han concretado demasiados detalles sobre las reformas en las que quieren poner el foco a partir de mediados de septiembre sí admiten que los europeos esperan avances en materia de seguridad, empleo y crecimiento. “Tenemos que cumplir en esto de forma que nos una y en interés de los jóvenes y por eso lanzamos esta reflexión política”, anuncian en su declaración.

EL ESTE PIDE UNA REFORMA TOTAL

Los cierto es que los 27 afrontan este debate divididos. El primer ministro belga, Charles Michel, considera que ha llegado el momento de empezar a avanzar a varias velocidades porque las decisiones a 27 crean una sensación de inmovilismo en los ciudadanos. En el otro lado, los países de Visegrado -República checaHungríaPolonia y Eslovaquia- férreos defensores de una reforma total sobre el funcionamiento de la UE y una renacionalización de algunas de las competencias que hoy en día están en manos de Bruselas. “Las preocupaciones de nuestros ciudadanos deben reflejarse mejor y los parlamentos nacionales tienen que ser escuchados. Las instituciones de la UE deben ceñirse a su misión y mandato”, subrayan.

En Bruselas y en Berlín, sin embargo, ya han dejado claro que no están por la labor y que la reflexión abierta no significa que tenga que haber una reforma de los tratados. “Por supuesto que la UE necesita reformas pero estas no son lo contrario a lo que estamos haciendo ahora. Se trata de acelerar las reformas no de añadir otras a las ya existentes. La opinión general es que no va a haber cambios en el tratado”, zanjaba Juncker. “No ha habido nadie que piense que hace falta una convención o un debate sobre un nuevo tratado”, añadía la canciller alemana, Angela Merkel, que considera un error hacer cambios porque la legislación actual permite acomodar necesidades e inquietudes. La próxima discusión el 16 de septiembre, en Bratislava.