CRISIS POLÍTICA EN BRASIL

Los presidentes del Senado y el Congreso de Brasil se enfrentan sobre el 'impeachment' contra Rousseff

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. / UM/XG//KC/KR

EDU SOTOS / RÍO DE JANEIRO

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El culebrón sobre la destitución o 'impeachment' de la presidenta Dilma Rousseff ha adquirido un nuevo rumbo. La tensión va en aumento después de que el actual presidente interino del Congreso, Waldir Maranhao, anunciara que anulaba la votación de los diputados que dio luz verde al inicio del proceso de destitución. Horas después, el presidente del Senado, Renán Calheiros, ha descalificado a Maranhao por haber tomado una "decisión intempestiva" y ha advertido que el proceso continúa.

Calheiros ha advertido que mantiene la votación en el Senado para esta semana, que de salir a favor de la destitución, como todo indica, Rousseff será apartada de la presidencia temporalmente durante 180 días, hasta que se celebre el juicio. El presidente del Senado ha dicho que la decisión de Maranhao "no tiene ninguna cabida" en el proceso democrático y que, por consiguiente, "no puede ser aceptada". 

Maranhao, que hace una semana sustituyó al frente del la Cámara Baja al corrupto Eduardo Cunha, apartado de la presidencia por la Corte Suprema la semana pasada, aceptó el recurso del abogado del Estado, José Eduardo Cardozo, por el que se denunció que la votación de los diputados del pasado 17 de abril no respondió a las acusaciones de “maquillaje contable” que pesan sobre Rousseff.

“Durante la votación ocurrieron desviaciones que convirtieron la sesión en nula”, apuntó Maranhao en un comunicado oficial en el que además consideró como “anticonstitucionales” las instrucciones de los partidos políticos que obligaron a sus diputados a votar en bloque ya que, según él, estos deberían haber votado “de acuerdo con sus convicciones personales y libremente”.

ROUSSEFF, PRUDENTE

Al cierre de esta edición no había habido reacción por parte de Rousseff al anuncio de presidente del Senado. En todo caso, cuando se informó de la decisión del presidente de la Cámara Baja, la presidenta se mostró cauta. "No sé todavía las consecuencias que tendrá. Tengan cautela, vivimos una coyuntura de mentiras y artimañas”, dijo la líder del PT.

La oposición, por su lado, criticó con dureza a Maranhao. Tanto el partido Demócratas (DEM) como el Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), núcleo duro de la derecha brasileña, anunciaron sus intenciones de recurrir la decisión ante la Corte Suprema."Presentaremos un recurso este mismo lunes para que el Supremo Tribunal Federal anule esa decisión", advirtió el líder del DEM, Pauderney Avelino. 

La situación política de la mayor democracia de América Latina vuelve a quedar en el aire mientras que la Bolsa de Sao Paulo se derrumbó un 3,5% en unas horas. Una situación insostenible para un país que deberá asumir el compromiso de celebrar unos Juegos Olímpicos en apenas 88 días.