EN ESTADOS UNIDOS

La Asociación Nacional del Rifle da armas a Hansel, Gretel y Caperucita Roja

Una bloguera conservadora ha sido la encargada de reescribir los cuentos clásicos de los hermanos Grimm para una campaña para niños

Hansel y Gretel son cazadores y salvan a dos niños desarmados de la bruja en el clásico reescrito por Amelia Hamilton.

Hansel y Gretel son cazadores y salvan a dos niños desarmados de la bruja en el clásico reescrito por Amelia Hamilton. / periodico

BEGOÑA GONZÁLEZ / BARCELONA

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"El lobo se acercaba, con las mandíbulas abiertas de par en par, hasta que de repente, sus grandes orejas escucharon el inconfundible sonido del desbloqueo del seguro de una escopeta. Sus grandes ojos miraron hacia abajo y vio que la abuelita tenía una escopeta apuntándole directamente a él. El lobo se dio cuenta entonces de que la abuela no se había asustado, y que lejos de eso, había sido capaz de alcanzar la escopeta para protegerse a sí misma y a su casa. "No creo que me comas hoy", dijo la abuelita, "y no te comerás a nadie más", le aseguró". Así ha tergiversado Amelia Hamilton, una "bloguera conservadora" como ella misma se define antes de cada uno de los relatos, un clásico de la mayoría de infancias. 

Cómo Hansel y Gretel evitan ser devorados por la bruja de la casa de caramelo o cómo Caperucita Roja y su abuelita se deshacen solas del lobo malo, son tan solo dos de las historias que la Agencia Nacional del Rifle estadounidense (NRA) ha reescrito para promover las armas entre los menores y su uso seguro. 

La autora de la 'Serie Patriótica de Cuentos Infantiles' y defensora de las armas ha dado un giro radical a un par de los relatos de los hermanos Grimm convirtiendo a sus personajes infantiles, como por ejemplo Hansel y Gretel, en experimentados cazadores y hábiles disparadores que son capaces de sacarse solos las castañas del fuego e incluso salvar a otros menores que, como no, iban desarmados y han caído en la trampa del malo. "Afortunadamente, les habían enseñado cómo usar una pistola y habían ido de caza con sus padres desde bien pequeños", se puede leer en el cuento, no sin reparar en la explicita moralina. 

En ambos relatos, los personajes, menores de edad pero muy hábiles, son capaces de salvar sus vidas y las de los demás gracias a sus rifles y sus habilidades armamentísticas. En el caso de Caperucita Roja, el simple hecho de sacar el rifle basta para proteger a la abuelita del lobo. "Oh, cómo odiaba el lobo que las familias hubieran aprendido a defenderse por sí mismas", afirma el cuento. La autora ha asegurado que su versión del cuento es mejor que el original para educar porque "el cuento original es muy violento, y así los niños aprenderían más sobre seguridad si se pudieran evitar las situaciones que se exponen allí", ha afirmado en una entrevista del programa de la NRA "Cam & Co".

POLÉMICA ESTADOUNIDENSE

Según la NRA, añadir armas a los cuentos infantiles de los hermanos Grimm es bueno, educa y ayuda a las familias a inculcar los valores de la posesión de armas a los más pequeños. A pesar de la polémica suscitada durante el pasado mes de febrero por un informe emitido por la Violence Policy Center estadounidense (VPC) en el que se denunciaba la excesiva dirección hacia los menores de las campañas publicitarias de la industria armamentística, la Asociación Americana del Rifle no oculta sus intenciones. Así lo ha demostrado con campañas como la de reescritura de clásicos. 

En dicho informe se avisaba del alarmante aumento de productos dirigidos a los niños de primaria de entre 6 y 12 años para los que cada vez más se diseñan pistolas diseñadas específicamente para tiradores poco corpulentos, e incluso armas de color rosa para las niñas.