CARRERA HACIA LA CASA BLANCA

Los republicanos se la juegan en una jornada decisiva

Votación en una lavandería de Chicago.

Votación en una lavandería de Chicago. / periodico

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Marco Rubio y John Kasich se juegan su supervivencia política. Ted Cruz aspira a seguir sumando para ser la única alternativa al favorito. Y Donald Trump podría dejar prácticamente sentenciada la nominación o empezar a pensar en una Convención abierta donde podría pasar de todo. Todo dependerá del resultado. Las primarias republicanas traspasan este martes su ecuador con una jornada crucial que servirá para esclarecer el camino a la nominación.

Trump lidera los sondeos en cuatro de los cinco estados en juego y se ha apuntado además los nueve delegados que se dirimían en las Islas Marianas. En Florida y Ohio, las joyas de la corona de la noche, el ganador se llevará todos los delegados. Para sus representantes, Rubio y Kasich, es el día del Juicio Final.

Trump sigue sin pagar en las encuestas la demagogia volcánica de su campaña, que ha desatado una conflictividad social más propia de 1968. En los últimos días, no se hablado más que de la violencia acaecida en sus mítines de Carolina del Norte, Kansas City y Chicago, este último cancelado, después de que cientos de manifestantes anti-Trump entraran en el recinto.

Violencia con el lenguaje

Lejos de reflexionar por la forma en la que ha incitado la violencia con su lenguaje, el multimillonario neoyorkino ha respondido afirmando que “no hay violencia” en sus mítines y, como había prometido, se plantea pagarle las costas procesales al individuo de 78 años que le pegó un puñetazo en la cara a uno de los manifestantes anti-Trump en Carolina del Norte.

Los sondeos son concluyentes. Lidera cómodamente en Misuri, Carolina del Norte, Illinois y Florida, donde le saca casi 20 puntos al hijo pródigo del estado, el senador Rubio. Si el candidato del estamento republicano y del ala neoconservadora del partido en política exterior, pierde en su casa se quedará virtualmente sin opciones para la nominación. Lo mismo le pasa a Kasich en Ohio, donde es gobernador. Sus opciones allí son mejores. Tiene tres puntos de ventaja sobre Trump.  

Si se diera una sorpresa mayúscula y el showman perdiera en los dos estados, se complicarían sus probabilidades para obtener los 1.237 delegados que aseguran la nominación. Llegado el caso, tendría que jugárselo todo en una Convención abierta, donde el 'establishment' podría jugar sucio para negarle la corona del partido.

También hay primarias en el bando demócrata y, aunque Hillary Clinton aventaja a Bernie Sanders en los cinco estados en liza, tiene ciertas posibilidades de ganar en Misuri, Ohio e Illinois, tres estados donde resuena con fuerza su condena de los acuerdos de libre comercio y el capitalismo de casino. Al socialista de Vermont, sin embargo, no le basta con dar la sorpresa. Para recortar la abultada diferencia de delegados que Hillary le lleva, necesita ganar con una ventaja importante porque en el campo demócrata todos los estados reparten delegados de forma proporcional.