LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA

Trump da un paso de gigante en el Supermartes

El populista neoyorquino avanza hacia la nominación tras ganar en siete de 11 estados

Donald Trump, durante una rueda de prensa en Palm Beach (Florida), tras conocerse los resultados del Supermartes.

Donald Trump, durante una rueda de prensa en Palm Beach (Florida), tras conocerse los resultados del Supermartes. / SAA/HB

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Donald Trump sigue acallando a los escépticos. El multimillonario neoyorquino navega hacia la nominación republicana tras imponer su dominio durante la gran cita del Supermartes, en la que conquistó como mínimo siete de los 11 estados en juego. Ted Cruz ganó dos, incluida Tejas, su patria adoptiva y el estado que más delegados repartía, mientras Marco Rubio tuvo que conformarse con uno y quedó como el gran perdedor de la noche. El desenlace está algo más repartido de lo que vaticinaban las encuestas, pero también eso beneficia a Trump porque cuantos más candidatos continúen en la pelea más difícil será para sus críticos aglutinar votos en torno a un solo candidato que le pueda hacer sombra.

Las revolución del magnate inmobiliario no conoce más fronteras que el muro que pretende levantar junto al Río Grande. Había ganado en el oeste, y anoche barrió en muchos de los feudos conservadores y evangélicos del sur, pero también en la progresista costa este. Lugares tan dispares como Virginia, Alabama y Massachusetts. Su tirón trasciende las divisiones socioeconómicas e ideológicas que han marcado en los últimos tiempos al partido para seducir a una parte significativa de la América conservadora. Con estas últimas victorias, Trump triplica ya en número de delegados a Cruz, su más inmediato perseguidor, y todo indica que llegará como un cohete a la segunda parte de las primarias que comienza el 15 de marzo. A partir de entonces, algunos estados conceden todos los delegados en disputa al ganador, en lugar de repartirlos de forma proporcional como hasta ahora. La nominación no está decidida, pero cada día es más probable que Trump se haga con ella.

“Qué noche tan increíble”, dijo desde su lujoso club privado en Palm Beach (Florida), donde decidió pasar el Supermartes, ajeno a las migajas de última hora que sus rivales trataban de arrancar en los estados en disputa. Trump no pudo evitar hacer sangre en la herida de Rubio, “el pequeño senador”, “un peso ligero”, del que dijo que había tenido “una noche muy dura”, pero por primera vez sonó presidencialista. Atemperó su lenguaje, atendió a la prensa monopolizando la atención mediática en horario de máxima audiencia e incluso tendió puentes a los jerarcas republicanos en Washington. “Hemos expandido el Partido Republicano”, dijo antes de citar los récords de participación que se están registrando en estas primarias. El empresario populista se presentó como el único hombre capaz de unificar a las distintas familias conservadoras. “Una vez hayamos acabado con esto, iré a por una persona: Hillary Clinton”.

En contra de lo que le gustaría a los poderes fácticos republicanos, el segundo puesto del Supermartes fue para Cruz, que ganó en Oklahoma y en Tejas, como había hecho ya en Iowa, unas victorias que alargan la vida de su campaña. El más conservador posiblemente de todos los candidatos, con tan pocos amigos en Washington que ni uno solo de sus 53 colegas en el Senado le ha dado su respaldo, Cruz explicó mejor que nadie el dilema que enfrentan los votantes. “Mañana tenemos que hacer una elección. Cuanto más dividida esté la carrera, más posibilidades tiene Trump en su camino a la nominación”. Cruz le dijo al resto de sus rivales que es hora de sacrificarse porque la entronización del empresario "sería desastrosa para los conservadores y la nación". Su campaña, añadió, "es la única que puede derrotarlo”.

Ben Carson debería seguir su consejo, después de naufragar último en todos los estados disputados y, también el moderado John Kasich, que solo consiguió una segunda plaza en Vermont. Quien no parece dispuesto a hacerlo es Rubio, enfrascado en una pelea de patio de colegio con Trump en las últimas dos semanas. El senador por Florida solo ganó en Minnesota, pero en algunos estados como Tejas no alcanzó el porcentaje mínimo de votos para entrar en el reparto de delegados. Una noche bastante pobre para el caballo del establishment. “No os dejéis llevar por el miedo, no os dejéis llevar por el enfado, no os dejéis llevar por farsantes y estafadores que quieren aprovecharse de vuestro sufrimiento”, dijo en alusión a Trump. “Seguiré en la campaña tanto tiempo como sea necesario para asegurar que soy el próximo presidente de Estados Unidos”. Falta todavía por conocerse el resultado de Alaska, el último estado en cerrar las urnas por la diferencia horaria.