Bruselas rasca fondos del presupuesto de la UE para la crisis humana en Grecia

Todavía no está claro de dónde saldrá el dinero. No serán fondos nuevos así que la Comisión Europea tendrá que rascar en los próximos días las partidas ya asignadas dentro del capítulo de ciudadanía, libertad, seguridad y justicia del presupuesto de la UE. Pero el nuevo fondo de emergencia creado para responder a las crisis humanas dentro de la Unión Europea ya tiene vía libre del colegio de comisarios. El objetivo: reunir 700 millones de euros, 300 de ellos en el 2016, para apoyar  a los países desbordados, como Grecia, a cubrir las necesidades del flujo masivo de refugiados.El  Parlamento y el Consejo Europeo tendrán ahora la última palabra.

“Podremos dar asistencia de emergencia dentro de la UE mucho más rápidamente que antes. No hay duda de que será especialmente necesario para apoyar a los refugiados”, asegura el comisario de Ayuda Humanitaria Christos Stylianides. El plan de reubicación ha sido un rotundo fracaso. A fecha de 1 de marzo solo se habían reubicado 629 refugiados -328 de Italia y 301 de Grecia- de los 160.000 acordados el año pasado aunque hay 17 estados miembros que han ofrecido ya 6.202 plazas.

Con este resultado en mente y con todos los países de la ruta de los Balcanes occidentales -desde Serbia hasta Austria- cerrando a cal y canto sus fronteras, Bruselas parece resignada a que Grecia se convierta en un gran campo de refugiados dentro de Europa. “Queremos evitar que Grecia se convierta en un Líbano”, aseguran fuentes del Ejecutivo comunitario sin demasiada convicción.

"REDUCIR EL SUFRIMIENTO HUMANO"

Stylianides cifra ya entre 12.000 y 15.000 las personas que se concentran en torno al campamento de Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia e insiste en que el fondo servirá para “reducir el sufrimiento humanitario” dando asistencia urgente para cubrir necesidades básicas como alimentación, alojamiento, atención sanitaria, agua potable...

Bruselas admite que el nuevo parche sigue siendo una gota en el océano de necesidades. “Con este nuevo instrumento se paliarán los problemas humanitarios pero no nos hagamos ilusiones. Para encontrar soluciones sostenibles hay que atajar el problema de raíz, en origen. En Siria, Afganistán o Irak”, admite el responsable de gestionar un presupuesto humanitario anual de 1.100 millones de euros.

Su propuesta obligará ahora al Consejo y al Parlamento Europeo a enmendar el presupuesto comunitario para encontrar 300 millones de euros en el 2016, otros 200 en el 2017 y 200 más en el 2018. Los fondos, que no se recortarán de la ayuda humanitaria a terceros países, irán destinados a apoyar a los países que no pueden hacer frente a la crisis humana por sí solos y se gestionarán en cooperación con las agencias de Naciones Unidas, oenegés y otras agencias especializadas con las que la UE ya trabaja en terceros países.

Curiosamente, la partida prevista para este año es una décima parte de la prometida a Turquía -3.000 millones de euros- a cambio de que mantenga en su territorio a los refugiados que huyen de Siria o Irak. Un deseo incumplido hasta ahora aunque hay señales de que la cooperación diplomática Bruselas-Ankara empieza a dar frutos.

 La Comisión Europea ha anunciado hoy que Grecia repatriará a Turquía a 308 inmigrantes en situación irregular. El grueso: marroquís, argelinos y tunecidos. A menos de seis días para la cumbre UE-Turquía, a juicio de Bruselas es una señal de que los esfuerzos comienzan a arrojar frutos.

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