Narcoguerra en México

Los narcos usaron una cárcel como campo de exterminio

Los Zetas asesinaron y quemaron a más de 150 personas en la prisión de Piedras Negras

Localidad en las afueras de Piedras Negras, en México, arrasada por un tornado, en una imagen de archivo, en el 2007.

Localidad en las afueras de Piedras Negras, en México, arrasada por un tornado, en una imagen de archivo, en el 2007. / periodico

TONI CANO / MÉXICO

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El cártel de Los Zetas utilizó durante más de dos años, entre el 2009 y el 2011, la cárcel de Piedras Negras, en el estado mexicano de Coahuila, como un "campo de exterminio" en el que asesinó e incineró en hornos improvisados a más de 150 personas, según una investigación de la Fiscalía estatal revelada por el semanario Proceso.

El propio jefe del grupo criminal, Omar Treviño, ‘el Z-42’, se refugiaba en esa prisión cuando el Ejército realizaba operativos para capturarlo. Y es que, con la complicidad de funcionarios y custodios, el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Piedras Negras se convirtió en una auténtica base de Los Zetas.

En el mismo centro se restauraban los vehículos tiroteados y tanto se les hacía los compartimentos secretos para llevar drogas y traer armas o dinero, como se fabricaban chalecos antibalas y uniformes falsos. Pero sobre todo se eliminaba y se hacía desaparecer tanto a enemigos como a inocentes confundidos con miembros de grupos rivales e incluso a mujeres que fueron llevadas para las fiestas del grupo.

El fiscal Juan Yáñez, que encabeza la investigación desde hace dos años, ha declarado: “Lo que tenemos en las investigaciones es que más de 150 personas fueron privadas de su libertad, llevadas a ese lugar y ahí dentro las mataron, las quemaron y sus restos fueron tirados a un río”.

Yáñez, subjefe de la Fiscalía Especial para la Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas, ha señalado que el resultado de la investigación se dará a conocer “en cuanto terminen de recabar los testimonios de al menos ocho reos que se fugaron de ese Cereso en septiembre del 2012”.

GRAN CREMATORIO

Pero ya las declaraciones de otros presos, los testimonios de familiares de algunas de las víctimas y sobre todo la confesión del “jefe de cocineros” revelan que la prisión de esa ciudad fronteriza de Piedras Negras se convirtió en un “gran crematorio”. Enterrados en sus patios, se han encontrado barriles metálicos con restos de combustible: hornos personales.

El jefe de cocineros de la cárcel reveló el nombre de muchos de los asesinados, entre ellos tres policías. Pero también aseguró que varias de las primeras víctimas, calcinadas desde finales del 2009 hasta mediados del 2010, fueron personas inocentes que los ‘halcones’, vigilantes y chivatos, de Los Zetas confundieron con sicarios de grupos rivales.

VÍCTIMAS INOCENTES

Entre esas víctimas inocentes estarían cinco vendedores ambulantes sordomudos. Y además de otras mujeres asesinadas tras las orgías, los fiscales sospechan que ahí fueron también asesinadas e incineradas más de 20 mujeres secuestradas en la región carbonífera de Coahuila. Si eso llega a comprobarse, la cifra de víctimas aumentaría a casi 180.

Los jefes de Los Zetas que controlaban la cárcel salían y entraban cuando querían, incluso metían a sustitutos si sus ausencias eran largas. También el jefe de cocineros salía de buena mañana y no regresaba hasta la tarde. En la cárcel de Piedras Negras se refugiaba hasta el ‘Comandante Z-40’ cuando el Ejército y la Marina lo perseguían.