Una inaceptable ceguera moral

Ser blanco y del Norte tiene ventajas: dirigen los mercados, escriben la Historia y deciden qué es noticia: la pequeña historia de cada día. El blanco del Norte traza los mapas de la importancia: qué es esencial, qué no. Todo gira alrededor del lucro sin límites éticos. Las farmacéuticas, en manos de accionistas blancos, apenas invierten en medicinas destinadas a enfermedades de pobres. Los nadies no son rentables.

Los alimentos, su manipulación y engorde artificial, son otro negocio sin escrúpulos. Un mundo de  obesos frente a otro de 795 millones de personas que pasan hambre. El hambre mata más que la suma del sida, la tuberculosis y la malaria.

Hoy estamos alarmados por el virus del zika; hace un año nos estremeció el ébola. La OMS, en manos de blancos, tardó en lanzar la alarma cuando el ébola atacó a zonas de Sierra Leona, Libera y Guinea Conakry. La enfermedad pasó a ser una prioridad mundial tras afectar al primer blanco. Entonces llegó la histeria y protocolos de los que nadie había oído hablar. Algunos hicieron fortunas con el miedo de los demás. El zika sigue la ruta del ébola. Ya tenemos una alarma global. El Norte vuelve a sentir miedo… y el negocio.

Nuestros líderes levantan muros, vallas y leyes contra los refugiados, debaten sobre la pobreza en hoteles de lujo sin haber visto un pobre en su vida, ni siquiera los que abundan en nuestras ciudades aplastados por una crisis financiera provocada por la falta de controles de bancos sin escrúpulos. Se piensan inmunes al dolor, a las armas y las bombas de Daesh, a los insectos y los virus. Creen que todo lo malo se detendrá en la linde trazada: aquí, el confort, las tres comidas; allá, el infierno.

ENFERMEDADES GRAVES OLVIDADAS

Hace años, un periodista francés de televisión me contó que había propuesto a su jefe un gran reportaje sobre la malaria, enfermedad que el año pasado afectó a 215 millones de personas, de las que murieron 438.000, la mitad que en el año 2000. La reducción en el número de muertos en el periodo 2000-2013 se verá afectada por el ébola, que ha distraído atención y fondos. Aún no hay vacuna.

El jefe del periodista francés de televisión respondió: “¿Afecta a los blancos? Pues no interesa”. No fue un desalmado, solo era cínicamente sincero porque esa es la tónica general. Hay enfermedades graves olvidadas por los medios de comunicación, los Gobiernos del Norte y las farmacéuticas. Son dolencias que no cotizan en Wall Street, no atraen a los accionistas. Se llaman NTD: Neglected Tropical Diseases (Enfermedades Tropicales Desatendidas)

Una de las principales es la enfermedad de Chagas, que afecta a ocho millones de personas, y mata cada año a 12.500 solo en América Latina. Es una enfermedad asociada a la pobreza. MSF explica que solo existen dos medicamentos para luchar contra el Chagas desarrollados hace 40 años. El principal se llama benznidazol, solo lo fabrica una empresa. En 2011 hubo tal escasez que dejó a miles de personas sin tratamiento. Ahora, KaloBios trata de adquirir sus derechos para multiplicar su precio por 9.000 sin aportar innovación alguna. El segundo fármaco se llama nifurtimox, tiene más efectos secundarios

Otras NTD son el Kala Azar, que cada año genera 300.000 casos nuevos en Nepal, Sudán de Sur, Etiopía y Brasil, es decir zonas empobrecidas del planeta, y la mosca tse-tsé, que produce la enfermedad del sueño. La OMS incluye en su listado de NTD al dengue, que se transmite a través del mismo mosquito del zika: el Aedes Aegypti.

Cada año enferman de dengue entre 50 y 100 millones de personas. Hay cuatro tipos de dengue. Los pacientes que lo superan quedan inmunizados, pero solo del tipo de dengue que han tenido, no de los otros tres.

La tuberculosis mata 1,7 millones de personas, pero no hay alertas ni movilizaciones de los medios de comunicación. A muchos periodistas (no todos, claro, que aún quedan medios concienciados) nos pasa como a las farmacéuticas: medimos las noticias por los impactos, el share televisivo y el trending topic en Internet, no por las personas.

La emergencia del zika ayudará a crear medicinas eficaces, tal vez una vacuna. Pasó con el ébola. Hay enfermedades de primera división y de segunda. Todo está relacionado: hambre, enfermedades olvidadas, alertas de la OMS, conflictos, armas, migrantes, saqueo y riqueza. Seremos blancos, dueños de la economía mundial, pero estamos enfermos, como escribió Saramago, de una inaceptable ceguera moral.