DERECHOS HUMANOS EN ASIA CENTRAL

El Gobierno de Turkmenistán prohíbe la venta de cigarrillos en las tiendas

En una reunión del Gobierno televisada, el presidente del país exige "medidas masivas" e impone duras multas a la venta de tabaco

Fumando Madrid

Fumando Madrid

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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Los datos de laOrganización Mundial de la Salud así lo corroboran. TurkmenistánTurkmenistán es el país con la tasa de tabaquismo más baja de todo el mundo: solo un 8% de los ciudadanos fuman cigarrillos. Pero estas cifras, más que ser resultado de la conciencia popular sobre los males del tabaco, obedecen, sobre todo, a las represivas cruzadas antitabaco lanzadas por sus dos últimos presidentes, Gurbanguli Berdimujamedov, y sobre todo, Saparmurat Niazov, fumador empedernido hasta que en que en el año 2000 fue operado a corazón abierto, falleciendo seis años más tarde de un infarto agudo de miocardio.

Según recogía este jueves la agencia France Presse, las tiendas y los comercios de Asghabat, la capital del país, habían dejado de vender tabaco tras recibir la visita de funcionarios antidroga que les conminaban a retirar el producto a la venta bajo pena de importantes multas. "Vinieron a nuestra tienda y nos obligaron a sacar todos los cigarrillos, amenazándonos con multas", ha dicho a la misma agencia de noticias Bairam Sairev, propietario de una tienda en la capital turkmena.

MEDIDAS MASIVAS ANTITABACO

La nueva campaña antitabaco se produce después de que el pasado 5 de enero, en una reunión del Gobierno retransmitida por televisión, Berdimujamedov exigiera "medidas masivas para erradicar el tabaco", amenazando ante las cámaras con relevar al director de la agencia antidroga, cuya labor al frente del departamento fue criticada públicamente.

Turkmenistán ha sido calificado por las oenegés de derechos del hombre como "uno de los estados más represivos del mundo". En su último informe disponible, Human Rights Watch denuncia que el presidente, sus familiares y sus asociados mantienen "control absoluto" sobre "todos los aspectos de la vida pública", al tiempo que niegan "las libertades fundamentales de asociación, expresión y religión". También concluye que el país, uno de los pocos del mundo donde aún se profesa el culto a la personalidad del jefe del Estado, "está cerrado a toda forma de escrutinio internacional".