Otro naufragio frente a las costas turcas deja al menos 18 muertos

La nómina de muertos en el mar Egeo no cesa de crecer. Ni las crudas condiciones del invierno, ni la puesta en marcha del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía para frenar el tránsito de refugiados hacia Europa desaniman a aquellos que huyen de la guerra, la violencia y la miseria en sus países de origen.

El viernes por la noche, 18 inmigrantes más fallecieron ahogados frente a las costas de Turquía al naufragar su embarcación, según fuentes de la Guardia Costera turca citadas por la agencia estatal Anadolu. La patera en la que viajaban, de madera, se hundió mientras trataba de cruzar desde los alrededores de la ciudad occidental turca de Bodrum hasta la isla griega de Kos, a unos cuatro kilómetros. La embarcación, sobrecargada y que transportaba a inmigrantes de nacionalidad siria, iraquí y paquistaní, naufragó antes de lograr salir de la bahía de Bodrum.

Varios niños

Los guardacostas turcos consiguieron rescatar a 14 personas, mientras que hallaron muertos en el mar otros 18 cuerpos, entre los cuales había un número indeterminado de niños. Los rescatados, que sufrían hipotermia, fueron hospitalizados, y su estado es grave.

Las últimas cifras de la Organización Internacional de la Migración (OIM), actualizadas un día antes de este suceso, indican que al menos 706 personas han perecido o permanecen desaparecidas en el mar Egeo en lo que va de 2015. El cómputo total en todo el mar Mediterráneo supera ya los 3.700 muertos.

Fuentes de oenegés de salvamento explicaron a este diario que, lejos de frenar el flujo de refugiados, los acuerdos entre Bruselas y Ankara solo han logrado complicar las condiciones en las que los migrantes tratan de cruzar a la desesperada. Calas más recónditas y salidas nocturnas son los recursos a los que han recurrido los traficantes de personas para seguir engordando su negocio a costa de los refugiados.

Además, aquellos inmigrantes detenidos en Turquía tienen un futuro poco esperanzador. Un informe publicado esta semana por Amnistía Internacional (AI) documenta cómo las autoridades turcas han detenido a cientos de refugiados y solicitantes de asilo, los han enviado “a centros de detención aislados, a más de 1.000 kilómetros, donde se les mantiene incomunicados”

“Algunos aseguran que recibieron palizas y fueron transportados forzosamente a los países de los que habían huido”, señala AI.

Los números de la agencia de control fronterizo comunitario, Frontex, muestran que, entre enero y noviembre de este año, más de 726.000 personas han entrado de manera ilegal en la UE por la ruta del Mediterráneo oriental.