La inmigración y el control de fronteras, otros platos fuertes de la cumbre europea

Desde que la crisis de refugiados pusiera en evidencia este verano las carencias de Europa en materia migratoria han sido sido innumerables los compromisos políticos asumidos por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. La situación, sin embargo, poco ha cambiado y hoy se verán obligados de nuevo a admitir que la aplicación de las medidas acordadas hasta ahora es “insuficiente” y que es necesario avanzar más rápido. “Necesitamos acelerar en todos los frentes, incluido el control de las fronteras exteriores. Es necesario para preservar Schengen”, advierte el presidente de la UE, Donald Tusk, en la carta de invitación a la cumbre Donald Tusk que se celebra este jueves y viernes.

La inmigración centrará la primera parte de este último Consejo Europeo del añoConsejo Europeo  año, y especialmente las deficiencias detectadas en la frontera entre Grecia y Turquía por donde han entrado en noviembre, pese al compromiso de los turcos de reforzar la vigilancia y las peores condiciones climáticas, 104.000 personas.

Nadie, sostiene un alto diplomático europeo, quiere hacer sangre con Atenas. Las cifras que maneja la Comisión Europea muestran, sin embargo, que el Gobierno griego no registra en las bases de datos a todas las personas que cruzan de forma irregular y que, pese al compromiso de crear para finales de noviembre cinco centros de registro e identificación de huellas dactilares, solo uno funciona en la isla de Lesbos y además no está plenamente operativo. “No puedes decir que eres capaz de hacer frente a las cosas y luego no hacerlo”, reprocha.

GUARDIA DE FRONTERAS

De ahí que la propuesta de esta semana de Bruselas para crear un cuerpo de guardias de fronteras podría encontrar el caldo de cultivo necesario para generar un primer debate al más alto nivel político. “Es una propuesta valiente. Somos de los que pensamos que hay que fortalecer el control de fronteras” pero “me parece difícil”, admite un diplomático sobre las resistencias que genera porque Bruselas quiere atajar el problema griego generalizando la solución. “Hay grandes problemas de soberanía con la propuesta de la Comision”, admite otro alto cargo.

Tampoco suscita una simpatía generalizada el mecanismo voluntario para trasladar refugiados directamente desde Turquía planteado por Bruselas, que defienden con ardor Berlín o Luxemburgo. Sus líderes asistirán este jueves a una minicumbre previa organizada por Austria en la que también participarán Bélgica, Holanda, Suecia, Finlandia o Grecia así como el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, y el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker. Cameron y Rajoy también han sido invitados pero no asistirán por problemas de agenda. Berlín querría reasentar a unos 400.000 sirios aunque la sensación es que no habrá cifras.

En lo que hay acuerdo es en quien pondrá los 3.000 millones del plan de acción para Turquía. Finalmente, Bruselas aportará 1.000 millones y el resto los Estados miembros. España tendrá que poner 152,89 millones de euros. La cumbre dejará para el viernes un debate sobre la unión económica y monetaria, Siria y la lucha contra el terrorismo.

En el marco de la gestión de la crisis migratoria, la Comisión Europea ha anunciado el miércoles un total de 16 acciones respaldadas por 300 millones de euros para mejorar las condiciones socioeconómicas en los países de origen, tránsito y destino de los flujos migratorios.