TRASPASO DE PODER EN BUENOS AIRES

Kirchner se da un baño de masas en su despedida como presidenta

"A las 12 me convierten en calabaza", afirrma la dirigente, que defiende su gestión y arremete de nuevo contra Macri

ABEL GILBERT/ BUENOS AIRES

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“No me hagan hablar mucho que a las 12 me convierten en calabaza”. Frente a una multitud, que desbordó la Plaza de Mayo, Cristina Fernández de Kirchner concluyó  su último discurso como presidenta cuando le quedaban apenas tres horas de gestión. La imagen de La Cenicienta cierra su Gobierno de 12 años. Antes de “convertirse” en ciudadana de a pie, Fernández de Kirchner se dio un baño de masas que, más que una ceremonia del adiós, funcionó también como advertencia a Mauricio Macri, el presidente entrante.

La tensión entre las dos Argentinas no ha podido si quiera ser salva por el protocolo. Kirchner no le entregará los atributos de mando al magnate. El macrismo encontró un insólito artilugio legal. Federico Pinedo, Presidente Provisional del Senado, será, por una decisión de la Justicia, presidente provisional argentino entre las 0 horas y las 10 horas del jueves. Macri recibirá de él los símbolos que lo acreditan como mandatario en la sede del Poder Ejecutivo, después de una semana de controversias que dividió aún más las aguas. Pinedo calificó la situación de tiste.

Presidente cautelar

 “Nosotros vamos a entregar el Gobierno y me hubiera gustado poder hacerlo en el Congreso. Me hubiera encantado entregar los atributos en la Asamblea legislativa, que es el máximo órgano popular de nuestro país. Y a pesar que he visto muchas medidas cautelares, como (en contra de ) a la Ley de Medios, nunca en mi vida pensé que iba a ver un presidente cautelar durante 12 horas en mí país”, dijo Fernández de Kirchner. “Me ha dolido ver a un presidente en una sentencia cautelar al que nadie había votado. No lo merecíamos nadie. Ni el 51% que votó a Macri ni el 49% que nos votó a nosotros”, agregó, mientras miles de gargantas insultaban a Macri.

 “Lo digo con sinceridad porque no podía creer que luego de que el pueblo argentino concurriera tres veces a las urnas en las últimas elecciones presidenciales (primarias, primera y segunda vuelta), haya ocurrido algo así. La próxima tendremos que votar presidente provisional en la boleta. Y miren que no puedo hablar mucho más”, añadió,

La presidenta saliente dedicó parte de su discurso a repasar “estos intensos 12 años de kirchnerismo “con los medios de comunicación hegemónicos en contra” y con “el hostigamiento permanente de las corporaciones” y el “partido judicial”. Recordó las estatizaciones, la política científica, el mejor presupuesto educativo de las últimas décadas, los juicios a los represores. No formuló autocríticas por las asignaturas pendientes pero sí lanzó una advertencia ante el cambio de signo político.  “Tienen que saber que el mundo que viene es difícil”. Alertó sobre los peligros de que el Gobierno de la coalición Cambiemos eche por tierra la política de desendeudamiento del país y se prepare para negociar con el 7% de tenedores de bonos que quedaron fuera de la restructuración de la deuda y reclaman cifras millonarias. “Podemos mirar o escuchar por ahí el aleteo de los buitres. Pero estoy convencida de que hay una conciencia nacional, de que el desendeudamiento y la necesidad de tener autonomía no es una cuestión ideológica”.

Nunca un presidente argentino fue despedido por una multitud, con luces multicolores, fuegos de artificios y música de rock. CFK, consciente de esta excepcionalidad, dijo irse con la conciencia tranquila y que puede “mirar a los ojos” a cada uno de los argentinos. “Solo le pido a Dios que quienes nos sucedan, dentro de cuatro años puedan decirle cosas así a una plaza como esta, y que también puedan mirar a los argentinos a los ojos”.