Trump genera alarma global por proponer el veto "total" de musulmanes en EEUU

La Administración de EEUU asegura que la retórica islamófoba del aspirante republicano representa un peligro para la seguridad nacional

Trump levanta el pulgar ante sus seguidores, ayer en Sarasota (Florida).

Trump levanta el pulgar ante sus seguidores, ayer en Sarasota (Florida).

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Nada es demasiado lógico ni tradicional ni previsible con Donald Trump, como se ha comprobado desde que el magnate inmobiliario lanzó en junio su candidatura para la nominación presidencial republicana en Estados Unidos con una diatriba contra los inmigrantes. No lo es hasta dónde puede llegar su retórica xenófoba e incendiariaretórica xenófobaincendiaria, gradualmente en escalada tras los atentados de París San Bernardino (California) y elevada a la enésima potencia esta semana, cuando ha propuesto una prohibición “total” de la entrada de todos los musulmanes a EEUU. prohibición “total”entradamusulmanesEEUUTampoco lo es su capacidad de supervivencia, pese a que su radical planteamiento esta vez haya provocado una reacción casi unánime de condena no solo en su país y hasta dentro de un Partido Republicano hasta ahora reticente a criticarle, sino a nivel global, generando una alarma internacional ante el ascenso de un aspirante a la Casa Blanca prácticamente inédito.

Trump escandaliza e indigna y el portavoz de Barack Obama, Josh Earnest, ha declarado que su última propuesta le “descalifica” para ser presidente. Hay, no obstante, algo más, alarma, y desde diversas instancias de la Administración se alerta de que Trump representa un peligro para la seguridad nacional. “El Gobierno y las fuerzas de seguridad nacional son más efectivos si pueden trabajar en colaboración con líderes de la comunidad musulmana-estadounidense para prevenir que los más vulnerables a la ideología radical del Estado Islámico sean inspirados a cometer actos de violencia y retórica como la ofensiva fanfarronada de Trump hace mucho más difícil construir y solidificar esa relación”, dijo Earnest el martes.

Mensajes similares han llegado desde el Departamento de Seguridad Nacional y el Pentágono. El titular del primero, Jeh Johnson, ve imprescindible “denunciar cuando un candidato que va en cabeza propone algo irresponsable, probablemente ilegal, inconstitucional y contrario al derecho internacional, anti-americano y que dañará nuestros esfuerzos de seguridad nacional”, y el portavoz del Pentágono, Peter Cook, ha dicho que “cualquier cosa que apuntala la narrativa del Estado Islámico y que enfrenta a EEUU con la fe musulmana es contraria a nuestra seguridad nacional”.

ECO SIN PRECEDENTES

La propuesta de Trump apareció por primera vez el lunes en un comunicado en la web de su campaña, volvió a salir de su boca en un mitin y a partir de entonces sonó una y otra vez, no solo cuando el propio Trump la reafirmó en numerosas entrevistas o cuando reaccionaron a ella otros candidatos y políticos, cargos públicos, agrupaciones y ciudadanos, sino en una réplica incesante en redes sociales y medios de comunicación, estadounidenses y de todo el mundo. Es en ese eco enorme y global donde reside parte del poder de Trump.

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se ha visto forzado a recordar que “la no discriminación y el tratamiento igualitario son pilares de las políticas de inmigración y admisión” de Washington. Tirando de diplomacia ha tildado la propuesta de Trump de “no constructiva” y ha advertido del peligro que representa, señalando que “tanto aliados como adversarios observan y escuchan el discurso de EEUU”. Pero el mero hecho de que el jefe de la diplomacia de Washington tenga que estar denunciando las palabras de un aspirante a la Casa Blanca antes de que haya tenido lugar el primer voto de primarias confirma lo inusual de la situación.

Tampoco es habitual la reacción global a la precampaña estadounidense, pero con Trump ha sucedido. El primer ministro británico, David Cameron, ha tildado su propuesta de “divisoria y, simplemente, equivocada” y su homologo francés, Manuel Valls, ha acusado a Trump de, “alimentar el odio, como otros”. Hasta J. K Rowling, la autora de Harry Potter, ha dicho que Trump es peor que Lord Voldemort, el villano de su saga. Y la reacción global representa un arma de doble filo. Quizá sea necesaria, pero mantiene en boca de todo el mundo, literalmente, a Trump, que sigue afianzándose como favorito.