CAMBIO PRESIDENCIAL EN ARGENTINA
Máxima confrontación entre Macri y Kirchner
Abel Gilbert
Corresponsal en Buenos Aires
Especialista en América Latina y doctor en comunicación. Ha cubierto los principales acontecimientos políticos regionales durante las últimas dos décadas para El Periódico. Es autor de ocho libros, tres de ellos en colaboración, y se apresta a publicar otros dos.
ABEL GILBERT / BUENOS AIRES
Se rieron de él, a escondidas o delante de sus ojos celestes e impsaibles. Lo consideraron, como mucho, un alcalde de poca visión de futuro. Hasta su padre, Franco Macri, quien amasó una de las mayores fortunas de Argentina al llegar como empleado bancario en 1949, consideraba desatinado el sueño de su hijo y principal heredero. Pero Mauricio Macri cumplió ese anhelo: este jueves asume como el primer presidente de derechas ungido por el voto popular, con 2,5 puntos de diferencia y, lo que es extrardinario, sin el favor de los tanques militares. Macri, el líder de la coalición Cambiemos, cierra de un portazo 12 años de primacía política del kirchnerismo. Empieza una nueva era, y otro intento de refundación del país, como cada presidente que pone su pie en la Casa Rosada.
Desde que se recuperaron las instituciones, en diciembre de 1983, los traspasos de poder tuvieron la marca del accidente político. Raúl Alfonsín tuvo que entregar en 1989 el Gobierno seis meses antes bajo el asedio de una hiperinflación. Carlos Menem se lo cedió diez años más tarde a Fernando de la Rúa en medio de una crisis económica a punto de estallar. Explotó dos años más tarde. De la Rúa se subió a un helicóptero. Después de una serie de presidencias provisionales, Eduardo Duhalde duró 15 meses en el Gobierno. También se vio obligado a irse antes de lo previsto. Néstor Kirchner recibió de Duhalde el bastón de mando en el 2003. Cuatro años más tarde, él se lo entregó a su esposa Cristina, quien, según se esperaba, debería dárselo a Macri en un escenario de relativa tranquilidad. Pero eso, si no hay cambios de última hora, no ocurrirá.
DESACUERDOS PROTOCOLARES
Fernández de Kirchner y Macri han decidido tensar las distancias que los separan. Los desacuerdos protocolares esconden en rigor una pelea de fondo que promete seguir. De acuerdo con la presidenta saliente, las discusiones con su sucesor llegaron a los gritos que calificó de inconcebibles. “¿Qué es lo que está pasando con algo tan simple como una trasmisión de mando?”, se interrogó ella, quien nunca se privó de alzar la voz. Hubo controversias sobre la hora en que concluye el mandato saliente. La justicia dictaminó que Kernández de Kirchner deja de ser presidenta en el último minuto del miércoles. Macri ha querido recibir el bastón y la banda en la sede del Poder Ejecutivo. Su antecesora pidió hacerlo en el Congreso. Macri acusó a Fernández de Kirchner de entorpecer los fastos y abandonar la historia “por la puerta chica”.
Los diputados kirchneristas, que serán el bloque mayoritario en esa Cámara, se negaron a asistir a la ceremonia que contará con la presencia del rey Juan Carlos, y los presidentes de Bolivia, Ecuador, Colombia y Brasil: Evo Morales, Rafael Correa, Juan Manuel Santos y Dilma Rousseff, respectivamente. Argumentaron que “no están dadas las condiciones” para participar.
TRANSFORMAR EL PAÍS
Más allá de estos tiras y afloja con algo de sabor a entremés, Argentina, de la mano de Macri, se prepara para transformar el país a imagen y semejanza. Se anticipan cambios graduales pero inexorables, entre ellos una devaluación de la moneda. Ya se habla de la CEOcracia. El equipo de Gobierno, en las primeras y segunda línea, está repleto de exgerentes de trasnacionales y “Chief Executive Officer”. Susana Malcorra, ex-IBM y Telecom Argentina, manejará la cancillería. El ex-Shell Juan José Aranguren, el Ministerio de Energía y Minería. Luis Caputo, ex-Deutsche Bank, estará al mando de la Secretaría de Finanzas. GiIsela Costantini ha pasado de General Motors a Aerolíneas Argentinas. Alfonso Prat Gay, el ex-JP Morgan y administrador de una de las mayores fortunas del país, la de Amalia de Fortabat, es el flamante ministro de Hacienda.
La lista es más larga. Para muchos de los que votaron a Macri, se trata de una señal de que Argentina tendrá una Administración racional y eficiente. Los que se van temen por los costes de “un país atendido por sus propios dueños”. A esos desconcertados les habló esta noche en la Plaza de Mayo la presidenta saliente. Fue un discurso emocional, de despedida y advertencia: hay que prepararse para lo que viene, dijo a la multitud.
- García-Castellón y Gadea dejarán sus plazas en la Audiencia Nacional y Pedraz sopesa hacerse con el juzgado del Tsunami, por Ernesto Ekaizer
- Airbnb aconseja a los propietarios que no anuncien las piscinas en sus alojamientos turísticos
- Vuelve Moisés a Pasapalabra: el concursante desvela los problemas que sufrió en el pasado y por los que tuvo que abandonar el programa
- El invierno vuelve por Sant Jordi: los meteorólogos alertan del fenómeno que nos espera la próxima semana en Catalunya
- La tiña se expande en Catalunya entre los adolescentes que se rasuran asiduamente la nuca en las barberías
- Olvídate de freír el huevo en la sartén: esta es la fórmula para hacer los mejores huevos fritos
- Liberada una mujer retenida en un piso de acogida para víctimas de violencia machista en Santa Coloma de Farners
- El río subterráneo más largo de Europa está en España: nadie conoce su nacimiento ni su desembocadura