Ofensiva diplomática

Hollande trata de sumar apoyos internacionales para derrotar al Estado Islámico

Gente paseando cerca de la Torre Eiffel, el pasado sábado, en París.

Gente paseando cerca de la Torre Eiffel, el pasado sábado, en París. / LC AMB**LON**

EVA CANTÓN / PARÍS

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Siguiendo escrupulosamente el guión del discurso pronunciado ante el Congreso reunido en Versalles tres días después de los atentados de ParísFrançois Hollande lanza esta semana una gran ofensiva diplomática para ampliar la coalición internacional contra el Estado Islámico. El presidente francés intentará sumar apoyos a las operaciones militares contra el yihadismo en Siria e Irak.

La ronda de consultas del jefe del Estado francés se abre este lunes en El Elíseo con el primer ministro británico, David Cameron. Hollande deberá comprobar si la resolución 2.249, aprobada unánimemente el pasado viernes por el Consejo de Seguridad de la ONU, autorizando "todas las medidas necesarias" para luchar contra el Estado Islámico, ofrece la base jurídica suficiente para que la Cámara de los Comunes vote a favor de la implicación británica en Siria.

Formalmente, la resolución no da luz verde al uso de la fuerza, dado que no se enmarca en el capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, pero el texto es lo suficientemente ambiguo como para dejar margen a cualquier interpretación.

VIAJE A WASHINGTON

Mañana martes será el turno de Barack Obama. Hollande viajará a Washington para mantener en la Casa Blanca una sesión de trabajo de dos horas con el presidente norteamericano, que este domingo ha advertido que Estados Unidos no aceptará que "los ataques terroristas contra restaurantes, teatros y hoteles se conviertan en algo normal" y ha pedido "no sucumbir al miedo".

"Recuperaremos sus territorios, suprimiremos su financiación, perseguiremos a sus líderes, desmantelaremos sus redes, sus líneas de suministro y los eliminaremos", dijo Obama en Kuala Lumpur durante la cumbre de la Aseam. El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, acompañará a Hollande para perfilar la estrategia franco-norteamericana en Siria.

De vuelta a París, el miércoles Hollande verá a la cancillera alemana. Angela Merkel tropieza con el voto del Bundestag si quiere ampliar su compromiso en Siria, y no parece tenerlo fácil en un país soliviantado por la gestión de la crisis de refugiados, así que es probable que el apoyo de Berlín se diluya en la promesa de la Unión Europea para ayudar a París táctica o estratégicamente.

ALIADO DE DAMASCO

El jueves por la noche el presidente francés se desplazará a Moscú, que es junto a Teherán uno de los principales apoyos de Bachar el Asad. Vladimir Putin se ha convertido en un interlocutor necesario desde que el pasado 30 de septiembre decidiera entrar en el conflicto sirio bombardeando posiciones de los rebeldes opuestos al régimen de Damasco.

Occidente le exigió que atacara sólo al autodenominado Estado Islámico y es probable que Hollande vuelva a recordarle a Putin esta petición, aparcando de momento el espinoso asunto del futuro de Bachar al Assad. Para el mandatario galo el presidente sirio "no puede ser la salida" al conflicto, pero al mismo tiempo, en el discurso de Versalles dejó clara su prioridad al afirmar que el "enemigo" en Siria es Daech. No parece fruto de la casualidad que el pasado lunes la aviación francesa bombardeara Raqqa, feudo de los yihadistas en el norte de Siria, y unas horas después lo hiciera la rusa.

La intensa semana diplomática de Hollande culminará con su asistencia a la cumbre extraordinaria entre la UE y Turquía, en la que el plato fuerte será la crisis de refugiados pero que el presidente francés podría aprovechar para convencer al presidente Erdogan de que relegue la contienda contra los kurdos y se una a sus socios en el combate al Estado Islámico.

PORTAAVIONES 'CHARLES DE GAULLE'

En el terreno militar, el Ejército francés triplica a partir de hoy su capacidad de ataque en Siria con la presencia en el Mediterráneo oriental del portaaviones Charles de Gaulle. Los 18 aviones caza Rafale y los ocho Súper Étendard embarcados en el portaaviones se sumarán a los seis Rafale estacionados en las bases de Emiratos Arabes Unidos y a los seis Mirage 2000 que están en Jordania.

El objetivo de Francia, según explicó este domingo el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, en una emisión conjunta de Europe 1, iTele y Le Monde, es bombardear Mosul (Irak) donde se encuentran los centros de decisión política del EI y Raqqa (Siria) que alberga los centros de formación y entrenamiento de los llamados combatientes extranjeros, es decir los que actuarán en el exterior.