Las mezquitas de Francia lanzan un mensaje de rechazo al terrorismo

Los imanes de los 2.400 templos islámicos del país leen un texto desmarcándose "sin ambigüedad" de la violencia

ORACIÓN DE LOS VIERNES EN LA GRAN MEZQUITA DE PARÍS

ORACIÓN DE LOS VIERNES EN LA GRAN MEZQUITA DE PARÍS / YV LB cmm

EVA CANTÓN / PARÍS

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Era el día del gran rezo y tras los atentados del 13 de noviembre se esperaba una afluencia masiva a la Gran Mezquita de París. Por primera vez en su historia reciente, el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), hasta ahora profundamente dividido, había hecho un llamamiento a la unidad para rechazar sin ambages el terrorismo y apoyar los valores republicanos.

Tahar, un jubilado de 62 años de origen tunecino, compartía esa idea mientras se dirigía a la oración. “Es importante recordar algunos valores esenciales. Aunque esto debería ser un trabajo cotidiano en las familias, antes que en las mezquitas, para que padres, madres y abuelos eduquen a sus hijos en el respeto de los valores republicanos”, decía.

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Sin eludir el riesgo de “estigmatización” que se cierne sobre la comunidad musulmana  francesa (5 millones) tras la matanza yihadista en París, el tono del mensaje lanzado este viernes en las 2.400 mezquitas del país estuvo lejos del victimismo mostrado después de los atentados contra Charlie Hebdo, el pasado enero. “Nosotros, musulmanes de Francia, reafirmamos nuestro rechazo categórico y sin ambigüedades a cualquier tipo de violencia o de terrorismo, que niega los valores de paz y fraternidad que representa el islam”, afirmaba el texto en el que se proclamaba el apoyo “inquebrantable” a los valores republicanos.

Dentro de la mezquita, que se quedó pequeña a juzgar por el grupo de fieles obligado a orar en la entrada del templo, el imán “lanzó un mensaje de paz”, según comentaba un joven egipcio a la salida. “Habló de los atentados, de que el Islam es una religión para vivir y avanzar juntos, no para matar”, añadía.

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Para Fatiha, que acudía al rezo como cada viernes, los teólogos deben responder y “llamar al orden” a quienes ofrecen una visión radical del Corán. “Yo me fio del Corán, no del hombre. Son los hombres los que tuercen la religión. Los terroristas usan el islam con fines personales”.

El islam francés lleva tiempo implicado en luchar contra la radicalización en sus propias filas, pero los atentados de París pueden acelerar las cosas porque la comunidad musulmana es cada vez más consciente de que ha perdido el contacto con esos jóvenes de segunda y tercera generación de inmigrantes susceptibles de caer en la órbita de los yihadistas. 

FAMILIAS CON PROBLEMAS

“Estos chicos que hoy cometen atentados vienen de familias con problemas, de la 'banlieue'. El Estado Islámico no va a buscar a la gente a las universidades. Es también un problema de pobreza, el Estado Islámico les da algo más que una manera de cumplir un sueño, les da dinero”, continuaba Tahar.

Para acceder a las inmediaciones de la mezquita, acordonada por la policía y custodiada fuertemente por numerosos militares, vecinos, fieles y curiosos debían someterse a minuciosos registros. En el ambiente, igual que el pasado enero flotaba también el temor al estigma y a la demonización del islam.

SON UNA SECTA

"No tenemos que justificarnos cada vez que hay un atentado”, resaltaba un joven.  “Nosotros también nos vemos afectados. Piensan que porque llevo velo estoy del lado de esta gente que mata. Pero yo no conozco a nadie así”, se lamentaba Sarah, una estudiante de 18 años, vestida de negro de pies a cabeza. “No son musulmanes, son como una secta, gente que se ha desviado de la religión”, apuntaba.

La gran concentración de repulsa a la matanza de París, que había sido convocada por el rector de la Gran Mezquita para este viernes, fue cancelada debido a las estrictas medidas de seguridad que impone el estado de emergencia e impide cualquier tipo de manifestación en el espacio público.