¿Qué quiere cambiar Hollande de la Constitución francesa?

El presidente francés quiere reformar artículo como el del Estado de emergencia para adaptar la ley a la lucha yihadista

EL presidente francés, François Hollande

EL presidente francés, François Hollande / jrp

EVA CANTÓN / PARÍS

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Un ambiente marcial impregnó ayer el ovacionado discurso que François Hollande pronunció ante el Congreso de Versalles. El objetivo era triple: mostrar la firmeza del Estado ante a la amenaza terrorista, reforzar la seguridad de una población conmocionada por la barbarie y lograr, al menos de momento, la unidad de la clase política francesa a un mes de unas elecciones regionales que se antojan favorables para el Frente Nacional.

Mientras la investigación de los atentados que han dejado un balance provisional de 132 muertos y más de 300 heridos seguía su curso, Hollande desgranó en 45 minutos un arsenal de medidas a la altura del reto que tiene ante sí el país.

Francia digiere poco a poco la idea de que el escenario vivido en París el pasado 13 de noviembre podría repetirse. En ese ambiente, muy distinto del que siguió a los atentados del pasado enero contra Charlie Hebdo y el supermercado judío de la Puerta de Vincennes, el presidente ofreció un arsenal de medidas legales y administrativas orientadas a combatir al Estado Islámico fuera y dentro de Francia.

“El terrorismo no destruirá la República, porque es la República quien le destruirá”, proclamó. Se revisará la Constitución, el Estado de emergencia se prolongará durante tres meses y se reforzarán los medios de los cuerpos y fuerzas de seguridad y del aparato judicial.

TRES MESES DE ESTADO DE EMERGENCIA

“Mi voluntad es poner todo el poder del Estado al servicio de la protección de los ciudadanos”, señaló. El Parlamento examinará un proyecto de ley ampliando a tres meses el estado de emergencia decretado el pasado viernes, y adaptando su contenido a la evolución de las tecnologías y las amenazas.

El primer ministro se encargará de preparar una revisión de los artículos 16 y 36 del texto constitucional. El primero da plenos poderes al presidente cuando se ven amenazadas las instituciones, la independencia de la nación o la integridad de su territorio. El segundo permite decretar el estado de sitio. Artículos que, según Hollande, no se adaptan a la situación del país.

UNA AMENAZA DISTINTA

“Esta guerra de otro tipo frente a un adversario nuevo requiere un régimen constitucional que permita gestionar el estado de emergencia”, justificó. Habrá también cambios legislativos. Se retirará la nacionalidad francesa a quienes hayan sido condenados por actos de terrorismo, incluso si han nacido en Francia, cuando tengan doble nacionalidad, y se impedirá a los binacionales volver a suelo francés si representan un riesgo terrorista, salvo que se sometan a un estricto control, como es el caso en el Reino Unido.

El refuerzo de la seguridad cobrará forma a través de 2.500 puestos que se sumarán a los cerca de 80.000 funcionarios del Ministerio de Justicia; los 5.000 nuevos efectivos para policías y gendarmes o los 1.000 en las aduanas para controlar mejor las fronteras del Hexágono. El ministerio de Defensa, por su parte, no sufrirá los recortes previstos al inicio del quinquenio. En total, de aquí al 2019 la seguridad del Estado se reforzará con 25.000 puestos sin que haya trabas presupuestarias a pesar del sobrecoste para las arcas del Estado. “En estas circunstancias considero que el pacto de seguridad está antes que el pacto de Estabilidad”, apuntó.