El Papa llega a EEUU en medio de estrictas medidas de seguridad

Tres ciudades, seis días, más de una veintena de actos públicos y millones de personas dispuestas a llevarse algún destello del primer Papa americano. La primera visita de Francisco a Estados Unidos, donde ha aterrizado este martes procedente de Cuba, ha generado uno de los mayores desafíos logísticos que se recuerdan, un complicado rompecabezas que irá acompañado por un monumental dispositivo de seguridad.

El Papa ha aterrizado a las 15.50 horas (21.50 horas en España) en la base aérea de Andrews (Maryland) procedente de Santiago de Cuba. Allí le han recibido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa, Michelle, acompañados de sus hijas, Sasha y Malia, además del vicepresidente, Joe Biden.

Ese gesto inusual por parte de un presidente de EEUU de ir a recibir en persona a un líder extranjero a su llegada al país evidencia el "respeto y admiración" hacia el Papa no solo de los Obama, sino "de todo el país", ha subrayado el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

CEREMONIA EN LA CASA BLANCA

Obama le dará la bienvenida oficial este miércoles  en una ceremonia oficial en los jardines de la Casa Blanca, a la que se espera que asistan unas 15.000 personas. Luego ambos mantendrán una reunión en privado en el Despacho Oval, un encuentro que estará centrado en "los valores a los que ambos han dedicado su vida", como los relativos a la justicia social y económica, así como sus llamadas a combatir el cambio climático e integrar a los inmigrantes, ha apuntado Earnest.

Tras la visita a la Casa Blanca, sobre las 11.00 horas (17.00 horas en España), Bergoglio recorrerá en su papamóvil las calles que rodean el parque de La Elipse, al sur de la Casa Blanca. Se espera que unas 200.000 personas se den cita para ver a un papa muy popular entre los católicos de Estados Unidos y que despierta interés entre otros grupos, como muestran los sondeos previos a su visita.

ORGANIZACIÓN COMPLICADA

Su deseo de estar cerca de la gente y su tendencia a salirse del guión, así como la coincidencia con la Asamblea General de la ONU o la primera visita oficial a Washington del presidente chino Xi Jinping, complican las cosas. Para ser un amante de la simplicidad, Francisco se moverá en un entorno de sofisticada organización.

Su gira tendrá momentos de alto calado político, como la visita a la Casa Blanca o su alocución el jueves en el Congreso, algo que no ha hecho hasta la fecha ningún otro Papa. Pero también baños de multitudes, gestos de calado social con encuentros con inmigrantes, presos o indigentes y actos religiosos. En Washington desfilará por Constitution Avenue en un Jeep Wrangler semejante al que utilizó en su visita a Ecuador y canonizará al misionero español fray Junípero Serra.

MISA EN EL MADISON SQUARE GARDEN

En Nueva York ofrecerá misa en el Madison Square Garden, donde las taquillas han sido transformadas en confesionarios; desfilará por Central Park, visitará el memorial del 11-S y hablará ante la ONU. Más de 7.000 uniformados, además de varios miles de policías de paisano, velarán por su seguridad.

El viaje se cerrará en Filadelfia, donde se celebra el Congreso Mundial de las Familias y donde ofrecerá misa ante 1,5 millones de personas. La ciudad cerrará puentes y carreteras, y desplegará a la Guardia Nacional.