Crisis migratoria en Europa

Croacia engaña a cientos de refugiados y los envía a Hungría

Refugiados en un tren en Dobova, cerca de la frontera esloveno-croata.

Refugiados en un tren en Dobova, cerca de la frontera esloveno-croata.

EL PERIÓDICO
ZAGREB / BUDAPEST

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Croacia ha dejado de permitir la estancia de refugiados en su territorio y comenzó ayer a aplicar de improviso el plan b anunciado por el primer ministro socialdemócrata Zoran Milanovic, que para gestionar la llegada masiva de asilados a su país insinuó la posibilidad de dirigirlos de forma organizada hacia la frontera con Hungría y Eslovenia.

«A partir de hoy empezaremos a aplicar otros métodos, humanos (...) Ya no podemos aceptar ese peso, mientras los otros miran para otro lado», manifestó el premier croata. «Es obvio que la gente ya no podrá pararse en Croacia», declaró Milanovic, admitiendo que su país estaba desbordado por la afluencia de expatriados de los últimos días. El mandatario agregó que «no les impediremos su entrada, pero tampoco su salida», e insistió en que Zagreb actuará ahora «de otra forma, decente, humana, pero diferente».

Horas después, las autoridades croatas empezaron a transportar en 22 autobuses a entre 1.000 y 1.700 refugiados hasta la localidad croata de Baranjsko Petrovo para ser enviados desde allí al poblado húngaro de Beremend, nada más pasar la frontera. Allí les esperaban unos 200 policías antidisturbios que habían acordonado la zona para trasladarlos a su vez a puntos de registro en el interior de Hungría.

FAMILIAS ENTERAS / Los inmigrantes habían abordado los autobuses en un campamento de la ciudad croata de Beli Manastir, pensando que los iban a llevar hasta Zagreb. En declaraciones a Efe, algunos contaron que creían estar de camino hacia Alemania, punto de destino de la mayoría. Entre ellos había familias enteras, con niños y ancianos.

La policía húngara confirmó que los llegados a Hungría desde Croacia serían enviados a puntos de registro, sin dar más detalles, pero el portal húngaro Bama reveló que los trasladarían a Szentogotthárd, justo en la frontera con Austria, y a Siklós, a pocos kilómetros de Beremend. Un tren con otros 1.000 refugiados llegó también ayer desde Croacia a la estación húngara de Magyarbóly, cerca de Beremend.

El traslado se realizó entre el secretismo y la confusión general, no solo entre los inmigrantes. Hungría negó haberlo acordarlo con el Gobierno de Zagreb, y acusó a Croacia de incitar a los refugiados a violar la ley dirigiéndolos a la frontera e invitándoles a franquearla ilegalmente. Croacia, que desde el pasado miércoles ha recibido más de 14.000 refugiados, criticó a su vez a Hungría por «haber cerrado su frontera (con Serbia) con alambrada» y haber convertido así a Croacia en el paso obligado de la nueva ruta por la que los refugiados quieren acceder al norte de Europa.