CRISIS MIGRATORIA EN EUROPA

"Gracias, os quiero a todos"

MARTÍ BENACH / CARLOS MARCOTE / BARCELONA / MADRID

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Osama Abdul Mohsen, el refugiado sirio que sin quererlo se hizo célebre tras ser zancadilleado con su hijo menor en brazos por la reportera húngara Petra Laszlo, empezó este miércoles una nueva vida en España. El sueño de comenzar de nuevo, lejos de las bombas y de la permanente amenaza de muerte por la terrible guerra que asuela a su país desde el 2011, ha sido posible gracias a la escuela de entrenadores de fútbol Cenafe, entidad que le ha 'fichado' y que decidió darle cobijo y manutención a él y a su familia hasta que pueda vivir por su cuenta.

La iniciativa de acoger a Mohnsen surgió al conocerse algunos detalles de su biografía, como que llegó a entrenar a un equipo de la primera división siria, el Al Fotuwa SC, con el que ganó dos Ligas y una Copa. Los dirigentes de Cenafe no lo dudaron y empezaron a mover los hilos necesarios para que pudiera recalar en España.

Tras un largo viaje en tren desde Múnich hasta Madrid, pasando por París Barcelona, se le esperaba esta medianoche en Getafe, punto final de su trayecto por toda Europa. Nada que ver, sin embargo, con la auténtica odisea que en su día empezó con su escapada de Siria, donde había sido torturado por el régimen del presidente Bashar el Asad y perseguido por el Estado Islámico.

ESCALA EN BARCELONA

En su breve escala en Barcelona, donde tomaría el AVE hacia Madrid, Mohsen solo tuvo palabras de agradecimiento. «Os quiero a todos los españoles. Muchas gracias a todos», balbuceó, emocionado, en unas pocas palabras en inglés ante la prensa. Anonadado por la nube de fotógrafos y cámaras de televisión que le esperaban, no escondió que estaba «muy cansado». «Solo quiero reunirme con mi mujer y mi familia otra vez», añadió.

Osama viajó con su hijo Zaid, de 7 años, y Mohammed Al Ghabade, de 18, que había emigrado antes que ellos a Francia. Faltaban su esposa y otros dos hijos, que continúan en Turquía a la espera de poder pasar la frontera. Zaid, que fue el que sufrió con su padre la vergonzosa agresión en Hungría, era ayer el más feliz. Con una sonrisa de oreja a oreja, no dejó de saludar con el signo de la victoria a los que le aplaudían al reconocerle en la estación de Sants.

OPORTUNIDAD ÚNICA

«Osama está absolutamente eufórico y agradecido. Nos ha dicho que es una oportunidad única y que la aprovechará a fondo», afirmó Alex Martín, codirector de Cenafe Escuelas en Catalunya. Él y otro dirigente recibieron a los Mohsen en Barcelona con un gran abrazo y dos regalos -una camiseta del Barça y una bufanda del Llagostera-, que aceptaron encantados pese a ser Osama un acérrimo seguidor del Madrid.

El presidente de Cenafe, Miguel Ángel Galán, que adquirió cierta notoriedad en agosto del año pasado al denunciar a Zinedine Zidane por ejercer como técnico del Real Madrid Castilla sin tener la licencia requerida, dio el paso de echar una mano a los Mohsen cuando leyó una entrevista que le hicieron en un periódico español a su llegada a Alemania. Galán, precandidato a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, fue quien tomó contacto con el refugiado sirio, que nada más conocer el ofrecimiento se mostró encantado y no dudó en rechazar otras posibilidades laborales que le habían surgido en Alemania.

CASA Y MANUTENCIÓN

«Ya tenemos casa para él y su familia en Getafe. Nos haremos cargo de la manutención y tengo total apoyo del Ayuntamiento de Getafe para ayudarles en su nueva vida», declaraba ayer Galán, que en principio, antes de ver las posibilidades de abrir camino a Osama con su actividad profesional como técnico, tenía pensado darle empleo como administrativo. El ayuntamiento puede facilitar las cosas en ese sentido, aunque el problema inicial será el idioma, ya que no habla nada de español y muy poco inglés.

«Trabajaremos con el Getafe CF para que el padre pueda entrenar con ellos, ya que tiene experiencia, y el niño pueda jugar en las categorías inferiores del club», dijo la alcaldesa del municipio del sur de Madrid, Sara Hernández, que se puso a disposición de Cenafe en cuanto tuvo noticia de la iniciativa solidaria. «Si hubiera algún problema en cuanto a integrarse en el cuerpo técnico del Getafe, se harán gestiones con otros clubs deportivos de la ciudad para que el padre entrene y el hijo pueda desarrollar su actividad deportiva con normalidad», añadió la alcaldesa.

Galán no quiere dejar de agradecer la disposición de Mohamed Labrouzi, un marroquí de 23 años alumno del centro de Cenafe en Getafe, que les echó una mano al hablar perfectamente árabe, francés e inglés. Labrouzi conectó con Osama, se desplazó a Alemania para facilitar las gestiones a Mohsen y ayer le acompañó en el viaje hasta Getafe, donde esperan poder traer al resto de la familia que está en Turquía la semana que viene.