La policía húngara vuelve a usar gases lacrimógenos contra los refugiados

Según Reuters, vehículos militares con ametralladoras se acercan a la frontera con Serbia

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La policía húngara ha vuelto a emplear gases lacrimógenos y un cañón de agua contra los refugiados que intentan entrar en su territorio desde Serbia a través de la frontera de Roszke.

La policía ha justificado la acción señalando que ha actuado contra un grupo que intentaba forzar uno de los pasos de la frontera, que ha sido blindada por las autoridades húngaras.

Gyorgy Bakondi, el consejero de seguridad del primer ministro húngaro, ha señalado que dos niños han resultado heridos al ser arrojados sobre la valla y que actualmente están en el hospital. Según este asesor, al menos 20 policías húngaros han resultado heridos. Bakondi no ha informado si ha habido heridos entre los refugiados.

"Vamos a restaurar la alambrada y a reforzarla. Vamos a proteger la seguridad de Hungría por todos los medios legales", ha afirmado.

Esta es la segunda vez que las autoridades húngaras emplean los gases lacrimógenos contra los refugiados. La primera ocasión se produjo el pasado 28 de agosto en ese mismo puesto fronterizo. Además, durante estas semanas han empleado también espray pimienta. La policía macedonia también ha usado los gases en su intento de repeler el flujo de refugiados.

DETENCIONES

Desde este martes, la policía húngara detiene a cualquier persona que cruce la frontera de forma ilegal. Eso hizo que este martes solo cruzaran 367 refugiados, que fueron todos detenidos.