Espionaje ESTADOUNIDENSE

Hollande hablará en las próximas horas con Obama sobre el escándalo de las escuchas

La embajadora de Estados Unidos ha sido convocada por el Ministerio francés de Exteriores

El presidente francés François Hollande.

El presidente francés François Hollande. / RD/JS

EVA CANTÓN / PARÍS

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François Hollande hablará por teléfono con el presidente norteamericano, Barack Obama, del espionaje al que se vieron sometidos los tres últimos inquilinos del Elíseo por parte de los servicios secretos de Estados Unidos, según ha anunciado el senador y antiguo primer ministro, Jean Pierre Raffarin, tras participar en una reunión parlamentaria convocada por el presidente francés para analizar el caso de las escuchas. 

La conversación entre los dos mandatarios se producirá a lo largo de la jornada de este miércoles, indicó por su parte el presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone.

Paralelamente, la embajadora de Estados Unidos en París, Jane D. Hartley, ha sido convocada por el jefe de la diplomacia gala, Laurent Fabius, en el Quai d’Orsay a las 18.30 para dar explicaciones sobre las actividades de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).

Además, el portavoz del Gobierno, Stéphane Le Foll, ha anunciado que el coordinador de los servicios de información franceses, Didier Le Bret, viajará en breve a Washington, donde se reunirá con sus homólogos norteamericanos para recordar a la Administración Obama las disposiciones adoptadas entre los dos países a finales del 2013 para evitar los actos de espionaje.

Según han revelado este martes Wikileaks, Libération y Mediapart, Estados Unidos espió regularmente entre el 2006 y el 2012 a los tres últimos presidentes franceses --Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande, así como a ministros, altos funcionarios, parlamentarios y diplomáticos galos. 

Poco sorprendente

A pesar de los mensajes enérgicos procedentes del Elíseo, que ha calificado los hechos de “inaceptables”, las actividades de la NSA no son lo que se dice una sorpresa para nadie desde que el ex agente Edward Snowden destapara el programa de espionaje masivo de los servicios secretos norteamericanos.

En Francia, ministros y ex ministros admiten sin problemas que no dudaban estar en el foco de la NSA. “En el fondo, es mejor saber que nos van a escuchar porque así al menos te callas”, explicó en la televisión BFM el que fuera ministro de Defensa con Nicolas Sarkozy, Gérard Longuet.

Las dudas sobre la confianza que se puede depositar en el socio transatlántico las expresó también Claude Guéant, ex secretario general del Elíseo, en la emisora RTL.

“Cuando eres presidente de la República o uno de sus colaboradores, vives con la sensación de que corres un serio riesgo de ser escuchado”, señaló. Luc Ferry, que fue titular de Educación de Jacques Chirac, dijo en Twitter que “todo el mundo espía a todo el mundo y que las pseudo revelaciones no son una primicia más que para grandes ingenuos”. 

Tampoco en el seno del actual Gobierno reina la incredulidad. “Se lo digo desde ahora, hace mucho tiempo que sé que puedo estar bajo escucha. Antes incluso de ser ministro”, confesó el portavoz gubernamental, Stéphane Le Foll en iTele. Para el titular de Trabajo, François Rebsamen, “cuando uno tiene que decir algo secreto, lo mejor es no hacerlo por teléfono”.