Hollande toma la delantera en Cuba en plena apertura

François Hollande se ha apuntado el tanto de ser el primer jefe de Estado europeo que ha puesto un pie en La Habana en la nueva etapa histórica de deshielo con EEUU, anunciada en diciembre. El presidente francés no solo habló largo y tendido con el presidente cubano, Raúl Castro, sino que también departió más de una hora con Fidel, el padre de la revolución,- que ya tiene 88 años.

El líder europeo defendió los intereses franceses, primero, y los europeos, después, en suelo cubano en un momento decisivo en el que se están fraguando las futuras relaciones comerciales con EEUU. Actualmente, La Habana y la Unión Europea negocian un acuerdo de diálogo político y cooperación económica que pretenden cerrar a finales de este año.

El Elíseo se encargó hacer énfasis en el importante movimiento diplomático llevado a cabo por París - «se trata de un contexto particularmente importante pero todavía incierto para Cuba», destacó el presidente Hollande-. El Gobierno  francés se esforzó en destacar que Raúl Castro había hecho hincapié la idea de que Francia pueda jugar un rol esencial en las nuevas relaciones entre Cuba y la Unión Europea (UE).

Hollande, más interesado en defender los intereses comerciales en la isla, no se ha entrevistado con ningún miembro de la disidencia. Francia es el décimo socio comercial en la isla y no quiere dejar escapar las posibilidades de una inminente apertura económica. Hollande llegó a la isla junto con una importante delegación empresarial entre las que se encontraban importantes compañías hoteleras y de telecomunicaciones francesas.

Proyección en Latinoamérica

Pero al margen de los contratos firmados con empresas, Hollande insistió en su voluntad de ayudar a Cuba en su desarrollo y en las relaciones comerciales con toda América Latina. La prensa oficial se hizo un amplio eco de la visita del presidente francés. Francia abre un nuevo camino en Cuba es el titular que le dedicaba el periódico Granma.