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Tuits desde el horror nazi

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ANTONIO BAQUERO / BARCELONA

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No hace falta ser reclutado por el Ministerio del Tiempo para viajar al pasado. Si lo que se quiere es conocer el día a día del infierno que vivieron los 9.000 españoles deportados a los campos de concentración nazis basta con tener una cuenta de twitter y seguir a Antonio Hernández (@deportado4443), un republicano español que, tras exiliarse en Francia, fue hecho prisionero y enviado a Mauthausen.

Durante los últimos tres meses y medio, y en 828 tuits, Antonio ha contado su llegada al campo, las atrocidades que allí se cometieron y, finalmente, la liberación. Su 'timeline' es estremecedor. Sobre todo cuando se refiere al destino de los judíos. «Anoche eran 40 y no fueron a la ducha. Una niña, pequeñita, me sonrió. Ella no sabía que iba a la cámara de gas. He soñado con ella», le cuenta a Antonio otro prisionero. «¡Está todo lleno de muertos! Han debido pasarse la noche gaseando a los que llegaron de Auschwitz», escribe el 27 de abril.

Además de todo el sufrimiento, en sus tuits queda patente el abandono de los españoles. «Hace casi un mes que nos liberaron y seguimos aquí. Se han ido los franceses, los rusos... Todos menos nosotros. No tenemos a dónde ir», escribe.

El pasado sábado, un día antes del 70 aniversario de la liberación de Mauthausen, Antonio lanzó sus últimos tuis: «Tengo la sensación de que, sea cual sea mi futuro, nunca abandonaré del todo este maldito campo. Siempre seré un prisionero de Mauthausen».

Antonio, que falleció en 1992, no es el autor de esos tuits. Lo es su sobrino, el periodista Carlos Hernández, autor de Los últimos españoles de Mauthausen (Ediciones B), una investigación histórica del paso de los españoles por esos campos. La obra, ya por la novena edición, ha sido un éxito. No obstante, el objetivo de Hernández era otro y por eso creó ese perfil de Twitter, una auténtica innovación a la hora de hacer divulgación histórica que incluso se emplea como material de estudio en algunos institutos. «Yo lo que quería era sacar del olvido a todos esos españoles que fueron enviados a los campos de exterminio nazis. En Francia, son héroes. Aquí, están ignorados. Para que se les conociera había que llegar a más gente. Especialmente a la gente joven, que está en las redes sociales. Por eso cree ese perfil de twitter. Es un agujero en el tiempo con el que enseñar a la gente, de forma viva y directa, lo que fue aquello», dice.

«UNA LABOR EXTENUANTE»

El periodista reconoce que ha sido «una labor extenuante». «No hay nada inventado en esos tuits. Todas las vivencias que ahí se cuentan o son de mi tío o me las han contado los supervivientes que entrevisté para el libro o las he extraído de las memorias de otros supervivientes ya fallecidos. Esos tuits están hechos con el máximo rigor histórico», comenta.

De ahí su éxito. Ha tenido 44.784 seguidores y decenas de miles de interacciones. «Ha sido muy emocionante ver como muchos tuits eran respondidos con mensajes de ánimo a Antonio, como si él pudiera recibirlos», comenta Hernández. Las respuestas a su último mensaje lo atestiguan. «Cuídese. Es un héroe. Por usted, por los que se salvaron y los que murieron. Son héroes y merecen ser tratados así», le dice un usuario. «Gracias por contarnos tu historia. ¡Suerte, amigo!», le anima una joven.