El creador de 'The Wire' llama a la calma en Baltimore

David Simon, el creador de la serie 'The Wire', que inmortalizó el ecosistema criminal y policial en las calles de Baltimore, ha hecho un llamamiento para el cese de la violencia en que se ha sumergido la ciudad tras la muerte de otro negro a manos de la policía.

En un escrito en su blog personal 'La audacia de la desesperación', ha pedido el cese de la violencia. "Ahora, en este momento, la rabia, el egoísmo y la brutalidad de aquellos que reclaman el derecho a la violencia en nombre de Freddie Gray ha de cesar", escribe el escritor y periodista.

El creador de 'The Wire', para muchos la mejor serie de todos los tiempos, asegura: "Si no puedes pedir el cambio sin llevar un ladrillo en la mano, corres el riesgo de perder una oportunidad para todos nosotros en Baltimore. Da media vuelta. Vuelve a casa. Por favor".

OPORTUNIDAD DE REDENCIÓN

Eso sí, Simon reconoce que el momento actual puede ser "una redención para la ciudad". "Los cambios son necesarios y las voces han de escucharse. Todo eso es verdad y todo eso es aún posible a pesar de lo que sucede en las calles", comenta.

Las calles de Baltimore, que desde ayer están en llamas por un conflicto racial, fueron inspiración y escenaro para 'The Wire'. La serie duró cinco temporadas en que se fue sumergiendo, con un estilo hiperrealista, en la dureza del día día policial en la ciudad.

La serie fue escrito por David Simmons, un periodista de sucesos del 'Baltimore Sun' que se inspiró en su experiencia como reportero. De hecho, el embrión de ese producto televisivo fue el libro 'Homicidio', que Simmons escribió tras pasar un año empotrado en la unidad de homicidios de la policía de la ciudad.

EL MÍTICO MCNULTY

'The wire' encumbró a personajes como el detective James 'Jimmy' McNulty, interpretado por Dominic West, o al traficante Russell 'Stringer' Bell, personaje que encumbró al actor Idris Elba.

La serie tomaba como hilo conductor las escuchar telefónicas de la policía --de ahí el nombre 'The Wire'-- aunque su verdadero protagonista era el despiadado ecosistema social que imperaba en una ciudad devastada por el tráfico de drogas, que fue el argumento de la primera temporada.

Constituyen esos capítulos un retablo de los guetos habitados por población negra. Zonas urbanas controladas por los narcotraficantes de heroína, donde los niños son utilizados como correos de la droga o chivatos.