GUERRA EN EL ESTE DE EUROPA

Más españoles en Ucrania

Un detenido por combatir con los prorrusos denuncia que otros luchan con el Ejército

Arroyo, en su perfil de Facebook.

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En Ucrania, los españoles no solo luchan con los prorrusos. Héctor Arroyo, uno de los ocho detenidos en España por haber combatido con los separatistas, ha denunciado que varios mercenarios españoles integran las fuerzas de Kiev contra las milicias en el Donbás (las regiones rebeldes de Donetsk Lugansk).

«No existe la neutralidad del Estado español en este conflicto, por lo que no pudimos ir contra ella. España ha enviado equipamiento militar, está apoyando a Kiev. Sabemos que hay mercenarios españoles en las filas del Ejército ucraniano», afirma. «A ellos no los han detenido porque son de su bando», añade el joven.

Arroyo asegura que la policía no tiene pruebas contra ellos para justificar las acusaciones que les imputan. «Nos acusan de cometer delitos de tenencia y depósito de armas y explosivos o participación para la comisión de asesinatos, pero no tienen pruebas para demostrarlo, por eso estamos en libertad. Si tuviesen pruebas, estaríamos en la cárcel», afirma Arroyo.

EN LIBERTAD

Los ocho españoles detenidos el pasado viernes a las 6.30 horas fueron puestos en libertad ese mismo día por la noche, pendientes de que les llamen a declarar cuando el juez lo estime oportuno.

«Las acusaciones que hay contra nosotros son muy graves, pero si no están respaldadas por pruebas no servirá de nada. Todos los abogados nos dieron la razón y confirmaron que la acusación no tenía pruebas», señala. Otra de las acusaciones es la de delito contra la neutralidad del Estado español en conflictos internacionales.

FIN HUMANITARIO

Arroyo explica que basarán su defensa en decir que su viaje a Ucrania tenía un fin humanitario: ayudar al pueblo del Donbás. «Durante mi estancia en Lugansk hacíamos entrenamiento físico, pero también descargábamos camiones de comida, repartíamos ropa de abrigo y dábamos de comer a gente que estaba desplazada y sin hogar».

Arroyo estuvo en Lugansk y volvió, con tres compañeros, antes de Navidad. «Las detenciones se producen ahora para meter miedo, para evitar que la gente siga yendo a esa zona de Ucrania», dice.