PULSO EN LA CaPITAL COMUNITARIA

Grecia marca sus líneas rojas a Bruselas

Atenas publica los documentos de negociación con el Eurogrupo

SILVIA MARTÍNEZ
BRUSELAS

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El Gobierno griego terminará, a todas luces, pidiendo hoy oficialmente la extensión del préstamo concedido por sus socios del euro aunque, ayer, a menos de dos días de que expire el ultimátum del Eurogrupo, todavía aspiraba ayer a conseguirlo sin todas las condiciones que lleva aparejadas el programa de rescate. Una fórmula que Bruselas y especialmente en Berlín rechazan. El vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, volvió a avisar que si Grecia quiere el dinero que queda en esa hucha para resistir financieramente mientras negocia un nuevo acuerdo, tendrá que solicitar la prórroga del rescate.

«Todo depende de lo que se entienda por acuerdo de préstamo. Hay distintas interpretaciones pero lo que quedó claro y fue comunicado a las autoridades griegas es que el camino a seguir es extender el programa existente con su condicionalidad y después se discutiría la flexibilidad sobre esas condiciones», insistió el comisario letón. «Si Grecia quiere ese dinero tiene que extender el programa y concluir exitosamente la quinta revisión del programa», zanjó.

Bruselas no entrará a valorar la petición griega hasta conocer los términos exactos de la solicitud que, según anunció el Gobierno, realizará hoy. Pero si las dos parte se mantienen en sus trece, las posibilidades de éxito parecen escasas. El Gobierno de Tsipras insiste en aferrarse al texto que les presentó el lunes el comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici, que Bruselas niega fuera una propuesta firme. «Hubo distintos documentos y papeles pero no hay que tratar de buscar la división. Nuestra posición es clara y unida», advirtió Dombrovskis.

Atenas hizo públicos ayer los documentos de negociación con el Eurogrupo para demostrar  su disposición a negociar. Según estos papeles, Grecia se compromete a pedir una prórroga de la asistencia financiera hasta finales de agosto, a respetar los compromisos de pago con sus acreedores, a no adoptar medidas unilaterales que amenacen el equilibrio presupuestario y a no aplicar una quita. Se niega en cambio a aplicar las condiciones de rescate y a considerar medidas como subir el IVA o rebajar las pensiones.

Oxígeno del BCE

Mientras, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer seguir dando oxígeneo a Atenas y ampliar la provisión urgente de liquidez para los bancos griegos en 3.300 millones de euros, hasta 68.300 millones, según una fuente citada por EFE Dow Jones. El consejo de gobierno del BCE revisará esta cantidad dentro de dos semanas y puede suspender el programa de provisión urgente de liquidez con una mayoría de dos tercios si considera que los riesgos son demasiado elevados. El BCE, que entre 2010 y 2012 compró deuda soberana de Grecia, solo puede garantizar los préstamos de la provisión urgente de liquidez si los bancos griegos son solventes.

Debido a la salida de capitales, los bancos griegos necesitan ahora más provisión urgente de liquidez. En los tres últimos meses se ha producido una salida de capital de 21.000 millones de euros.

El BCE dejó de aceptar desde el 11 de febrero la deuda soberana de Grecia como garantía en sus operaciones de refinanciación, después de que el nuevo Gobierno de Syriza rechazara una ampliación del programa de rescate y las medidas de austeridad que contempla. Una vez que Atenas y el Eurogrupo lleguen a un acuerdo, el BCE, que tiene deuda griega por valor de 25.000 millones de euros, podría volver a aceptar deuda de Grecia como garantía.