Una tragedia griega

Declive 8 Evangelos Venizelos, líder del Pasok, en un mitin de la pasada semana.

Declive 8 Evangelos Venizelos, líder del Pasok, en un mitin de la pasada semana.

MONTSERRAT RADIGALES / ATENAS (ENVIADA ESPECIAL)

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Tiene todos los ingredientes de una tragedia griega clásica. El gran partido del centroizquierda socialdemócrata, que ha dominado la vida política griega durante 30 años, no es más que una sombra de lo que fue. El derrumbe del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) constituye una de las realidades más remarcables y sorprendentes de los últimos años en Grecia, que este domingo vive unas trascendentales elecciones.

La debacle se produjo en las últimas legislativas, en junio del 2012, cuando el Pasok cosechó solo el 12,28% de los votos, se quedó con 41 diputados y se vio relegado al tercer lugar de la Cámara. Era el peor resultado de su historia. Solo dos años y medio atrás, en octubre del 2009, la formación socialdemócrata había ganado las elecciones con nada menos que el 43,92% de los votos y 160 diputados, o sea la mayoría absoluta.

EL RIESGO

El declive siguió en las europeas del pasado mayo cuando la coalición que respaldaba se quedó con el 8,2% de los votos y dos eurodiputados. Y no parece que la pendiente hacia abajo se detenga. Los sondeos para las elecciones de hoy no dan al Pasok más del 5%, relegándole al cuarto o quinto lugar. Una de las encuestas le colocaba en posición de riesgo, con justo el 3% necesario para entrar en el Parlamento. La humillación de quedar fuera de la Cámara sería indescriptible.

¿Qué ocurrió entre la mayoría absoluta del 2009 y el desastre del 2012? La respuesta es inapelable. La crisis de la deuda estalló en las manos del Gobierno del Pasok, encabezado por el primer ministro Yorgos Papandreu. Fue este Gobierno el que firmó las condiciones del primer rescate europeo y el que puso en marcha las draconianas medidas de austeridad que han castigado tan duramente a la población. Muchos consideraron que había traicionado los principios que encarnaba.

«Hubo un momento en que parecía que el Pasok y Nueva Democracia [la formación derechista del primer ministro Andonis Samarás] se habían intercambiado los discursos. Samarás [que criticó duramente los términos del primer rescate] hacía un discurso más social que el Pasok», señala Giorgos Kyriakos, un consultor de empresas. No solo muchos votantes, sino también algunos cuadros del Pasok empezaron a lanzarse a los brazos de Syriza.

La sacudida final llegó hace tres semanas cuando el exprimer ministro Yorgos Papandreu se escindió del Pasok y creó un nueva fuerza. No está claro que entre en el Parlamento, pero puede empujar aún más hacia el borde de la extinción al partido creado por su progenitor, Andreas Papandreu, hace 40 años. El hijo da la puntilla a la obra del padre. Lo dicho, una tragedia griega.