BALANCE DE LAS MANIFESTACIONES DEL LUNES

La islamofobia crece en Alemania, especialmente en Dresde

Los excancilleres Schröder y Schmidt lideran un texto de rechazo a la xenofobia en el diario 'Bild'

Participantes en la manfiestación contra la islamización de Alemania, en Dresde.

Participantes en la manfiestación contra la islamización de Alemania, en Dresde. / FAB//CVI

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En Alemania despierta la islamofobia. La resaca de las manifestaciones del fin de semana amenaza con dejar secuelas de importancia, tanto en la enfrentada opinión pública como entre los políticos. Los excancilleres alemanes socialdemócratas Gerhard Schröder y Helmut Schmidt encabezan este martes la lista de 50 personalidades alemanas que levantan la voz en el diario 'Bild' frente al movimiento islamófobo Pegida y reclaman un país tolerante y abierto a la inmigración. Pero las manifestaciones son una prueba de que la tensión tiende a crecer. 

El movimiento "Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente" (Pegida) marchó ayer de nuevo por las calles de Dresde, menospreciando las condenas de la cancillera alemana, Angela Merkel, y las contramanifestaciones organizadas en todo el país contra la xenofobia. Unos 18.000 manifestantes --medio millar más que en la anterior cita-- secundaron la nueva convocatoria de esta organización, bajo una lluvia gélida en este primer lunes del 2015, año que se abre, para los alemanes, con la llamada de Merkel a la ciudadanía a no seguir las consignas xenófobas del movimiento. A escala alemana, esos manifestantes son muchos, al margen del porcentaje sobre la población, en lo que supone un verdadero reto a las consignas tanto del Gobierno como de la oposición. Mientras movimientos políticos de izquierdas crecen en el sur de Europa, la tendencia parece invertirse en el norte.

Entre los miles de seguidores de Pegida concentrados en la capital sajona había matrimonios maduros a jóvenes del bloque ultra del club de fútbol local, el Dynamo de Dresde, ahora en tercera división. También neonazis. A unos 500 metros de distancia, unos cuantos centenares de contramanifestantes convocados por grupos de izquierda y organizaciones de ayuda a los asilados mantenían otra concentración, bajo el lema "Venid: tenemos que hablar".

"Dresde es un caso claro de miedo infundado al extranjero. Aquí hay menos del 1% de población musulmana y muchos de los que ellos ven como extranjeros somos gente nacidos aquí", comentaba a Efe Khaldum Al Saadi, nacido en la vecina ciudad de Chemnitz y miembro de la organización "Dresde para todos", informa EFE.

MOVIMIENTO CRECIENTE

La de este lunes fue la undécima marcha de Pegida en Dresde, de nuevo en lunes, a imagen de las que en 1989 discurrieron por todo el este de Alemania, la Revolución Pacífica de la disidencia germano-oriental que precipitó la caída del Muro de Berlín, en 1989. Las marchas de Pegida han ido creciendo semana a semana. En paralelo se convocaron en otras partes del país manifestaciones de propósitos similares y con nombres parecidos -Legida, en Leipzig, o Bärgida, en Berlín-, aunque con mucho menos éxito de convocatoria. Asimismo se multiplicaron las contramanifestaciones en todo el país, con el apoyo explícito del gubernamental Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y La Izquierda, en rechazo al racismo y al movimiento islamófobo.

APAGADA DE PROTESTA

En Colonia, el deán de la catedral, Norbert Feldhoff, ordenó apagar las luces del templo, en señal de desacuerdo con una marcha islamófoba en esa ciudad, mientras que en el mismo Dresde la planta de Volkswagen hizo lo mismo con la factoría. "Apaguemos la luz a Pegida", pidieron los socialdemócratas a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, animando a participar en esas contramanifestaciones.