transparencia tras el 'caso luxleaks'

Los comisarios europeos harán públicos sus contactos con lobis

Los altos cargos colgarán en la web su agenda de reuniones a partir de diciembre

Jean-Claude Juncker.

Jean-Claude Juncker.

MONTSE MARTÍNEZ / BRUSELAS

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Anadie se le escapa el peso de los lobis en Bruselas, cuna de legislación que, en muchas ocasiones, afecta a intereses del sector privado en múltiples sectores. En un intento de vender transparencia, la recién estrenada Comisión Europea (CE) ha anunciado que, a partir del 1 de diciembre, los comisarios, los miembros de los gabinetes y los directores generales harán público con quién se reúnen y a qué intereses representan sus interlocutores.

La mano derecha del presidente Juncker, el vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans, fue el encargado de hacer ayer el anuncio tras la reunión semanal del colegio de comisarios. El holandés aseguró que la iniciativa responde al derecho que tienen los ciudadanos a saber con quién se reúnen sus dirigentes comunitarios y tener claro a qué intereses responden los distintos grupos de presión. Está previsto que la publicación de las agendas se lleve a cabo en la web de la Comisión Europea.

El anuncio llega en un momento en el que la institución necesita un particular lavado de cara tras la erosión que ha supuesto para su presidente, Jean-Claude Juncker, la constatación internacional de que, mientras era primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Luxemburgo firmó acuerdos secretos con 340 grandes empresas de todo el mundo para otorgarles ventajas fiscales que podrían ser desleales con otros socios europeos.

A cambio de tributar en Luxemburgo por sus beneficios, las compañías veían reducida su carga impositiva hasta niveles irrisorios mientras las arcas públicas de los países donde realmente tenían la actividad dejaban de ingresar los impuestos. La publicación del caso conocido como Luxleaks ha supuesto un varapalo importante para Juncker, necesitado dar a su gestión un aire de frescura y transparencia.

Precisamente, tras abundar en que la «transparencia» es una de las prioridades del presidente Juncker, su mano derecha, el socialista holandés Timmermans, ha instado al Parlamento Europeo y al Consejo Europeo a hacer lo propio. «Los eurodiputados son muy importantes en la toma de decisiones que influyen en los ciudadanos y son objeto de grupos de presión», dijo.

SIN SUPERVISIÓN

Está por ver hasta qué punto la iniciativa va más allá del anuncio a bombo y platillo de un compromiso que queda a merced de la buena voluntad de los altos cargos, ya que ningún control garantizará la publicación de la agenda en su integridad. El vicepresidente de la Comisión Europea ya anunció que casos excepcionales, como por ejemplo una entrevista con un disidente político, quedarán exentos.

La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, también se apuntó ayer al carro de la transparencia y aseguró que facilitará el acceso a los documentos elaborados por la UE en las negociaciones del controvertido Tratado de Comercio e Inversiones entre la UE y Estados Unidos (TTIP).