ELECCIONES LEGISLATIVAS EN EEUU

Los republicanos recuperan el control del Congreso ocho años después

Los conservadores conquistan el Senado y aumentan su ventaja en la Cámara baja

El senador republicano de Kentucky Mitch McConnell habla a sus seguidores junto a su esposa, durante la celebración de su victoria electoral, el martes en Louisville.

El senador republicano de Kentucky Mitch McConnell habla a sus seguidores junto a su esposa, durante la celebración de su victoria electoral, el martes en Louisville. / ml UW MAG

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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No fallaron las proyecciones. Los republicanos han recuperado esta madrugada el control del Senado de EEUU y están llamados a aumentar su ventaja en la Cámara de Representantes, lo que les garantiza un control incontestable del Parlamento hasta las elecciones presidenciales del 2016. El resultado es un varapalo para el presidente Barack Obama, cuyo partido confiaba en dar la sorpresa aprovechando su mejor estructura organizativa sobre el terreno. Pero la bofetada ha sido inequívoca. A Obama le espera ahora una auténtica travesía por el desierto, dos años más arrinconado por unos conservadores que han hecho de la pureza ideológica su seña de identidad.

Falta todavía por conocer las dimensiones de la derrota demócrata en el Senado. En varios estados continúa el recuento de votos, aunque la diferencia definitiva entre ambos partidos no cambiará sustancialmente la dinámica política. Los republicanos necesitaban arrebatar a sus rivales al menos seis escaños en la Cámara alta para obtener la mayoría y, como mínimo, han conseguido siete. Cuentan hasta el momento con 52 bancadas, frente a las 45 que tienen aseguradas los demócratas. Pase lo que pase, los conservadores no llegarán a los 60, la cifra mágica necesaria para aprobar sin apoyos rivales las grandes iniciativas.

VOTO CON EL ESTÓMAGO

El electorado parece haber votado con el estómago. Los republicanos plantearon estas elecciones como un plebiscito sobre el presidente y, a pesar de los buenos resultados macroeconómicos, los electores han dejado claro en las encuestas a pie de urna su descontento con la marcha del país. Dos tercios consideran que EE UU avanza en la dirección equivocada y solo un 22% cree que las generaciones venideras vivirán mejor que la actual. Hay muy poca confianza en el Gobierno, todavía menos en el Congreso y una dosis creciente de ansiedad. Por la economía, por el terrorismo, por la disfuncionalidad en Washington...

"Tenemos la obligación de trabajar juntos en aquellos asuntos en los que podamos estar de acuerdo", ha dicho el senador Mitch McConnell tras renovar su escaño en Kentucky con más comodidad de la esperada. Líder hasta ahora de la minoría republicana en el Senado, McConnell se conjuró públicamente hace cuatro años para hacer de Obama un presidente de un solo mandato. No lo consiguió pero ahora, que está a punto de cumplir su sueño de liderar a la mayoría en el Senado tras tres décadas esperando en sus bancadas, se ha mostrado conciliador. "Tener un sistema bipartidista no significa que tengamos que estar en un conflicto permanente", ha añadido ante el aplauso de sus seguidores.

REUNIÓN EN LA CASA BLANCA

El presidente también ha tendido la mano. Este mismo viernes ha convocado a la Casa Blanca a los jefes de ambos partidos en el Congreso para tratar de fraguar un nuevo clima de entendimiento. Pero ya hubo buenos propósitos en el 2012 y duraron tan poco como la alegría de la Casa Blanca por la victoria de Obama. Ahora el presidente se enfrenta a un dilema fundamental. En las próximas semanas deberá decidir si se acerca a las posiciones conservadoras en asuntos como la reforma fiscal y el oleoducto Keystone XL o si está dispuesto a morir como un mártir más o menos progresista en los dos años que le quedan de mandato.

Para el partido demócrata apenas ha habido esta madrugada sorpresas agradables. Las únicas han sido en Virginia y, en menor medida, New Hampshire. Pero en el resto de estados donde se presuponía un resultado muy apretado, los republicanos han dado el golpe con relativa comodidad. Les han arrebatado escaños en el noroeste (Montana, Colorado y Dakota del Sur), en el Medio Oeste (Arkansas y Iowa), en el estado minero de Virginia Occidental y en el sureño de Carolina del Norte. No ha servido de nada el apoyo de los Clinton en Arkansas y en Montana los demócratas han pagado la marcha a China como embajador de Max Baucus, quien durante 36 años les garantizó uno de los dos escaños del estado.

PRECEDENTES HISTÓRICOS

El varapalo se ajusta, sin embargo, a los precedentes históricos. Desde la segunda guerra mundial, todos los presidentes que completaron los dos mandatos tuvieron que gobernar los dos últimos años con minoría en las dos cámaras. Así fue con Eisenhower, Reagan, Clinton y Bush hijo.

En cualquier caso, los republicanos están de enhorabuena. No tenían el pleno del Parlamento desde el 2006. Y también han barrido en las elecciones a gobernador. Así, han conquistado 31 estados frente a los 15 obtenidos por los demócratas, ensanchando la diferencia con la que ya contaban. Desde hoy EEUU es plenamente republicano. Ha cambiado definitivamente el viento. Ha llegado la hora de la ortodoxia económica liberal y del conservadurismo en asuntos sociales.