Balas en las ondas mexicanas

Un líder campesino y locutor de radio es acribillado en directo mientras hacía su programa

Atilano Román 8 La víctima.

Atilano Román 8 La víctima.

TONI CANO / MÉXICO

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«Acá, hasta por la radio salen los asesinatos, oiga». Como centenares de sinaloenses radioyentes del programa Fiesta Mexicana, de la emisora ABC, la vecina de Mazatlán que hace el comentario se quedó helada al oír los tiros dentro de la sección Aquí es mi tierra. Los oyentes no vieron como dos pistoleros cruzaron las instalaciones del diario El Sol de Mazatlán, en las que se encuentra la emisora, para llegar a la cabina. Pero escucharon los disparos que cortaban la voz del líder campesino Atilano Román, conductor de ese programa semanal, y los gritos de los otros tres locutores: «¡Lo mataron! ¡Lo mataron!».

La emisión se cortó mientras los sicarios huían y Atilano Román quedaba tirado en una esquina, en un creciente charco de sangre, con dos balazos en el cuello y uno en la cara. Murió poco después en el hospital. «Fue un ataque dirigido contra él, no contra el gremio de periodistas», dice el director de El Sol de MazatlánSergio Ontiveros. «En esta ocasión no estaba haciendo fuertes críticas, hablaba de cuestiones agrarias», añade.

Atilano Román era el líder de los desplazados por la construcción de la presa Picachos, que emprendió el presidente Vicente Fox en el 2006 e inauguró Felipe Calderón en el 2012. Tenían que haber recibido 70 millones de pesos (casi cuatro millones de euros) para sus nuevas viviendas, carreteras y fuentes de empleo, y apenas les ha llegado una décima parte de lo prometido. Román venía denunciando el «constante desvío de dinero» con todo tipo de acciones. Incluso bloquear las carreteras del turístico Mazatlán en Semana Santa.

Aficionado a la cirugía

Como su programa radiofónico, Atilano Román era también un personaje polémico en México. Sus detractores le acusaban de «sacar beneficio de su movimiento», de desviar él mismo dinero e incluso «utilizarlo para hacerse una cirugía estética». Su propia hermana reconoció entonces: «Atilano sí se cirugió. Pero no con el dinero de la presa».

«Es un hecho abominable. Es increíble que ahora los delincuentes se metan en los periódicos, se metan en las estaciones de radio», clamó el concejal Jorge Rodríguez, que también tiene un programa en la emisora. «El compañero estaba transmitiendo su programa. Prácticamente lo balearon en directo». Rodríguez admite haber recibido mensajes de «amigos policías», avisos de que estaban «pisando muchos callos».

«Todos los que ejercemos la libertad de expresión conocemos los riesgos», dijo Rodríguez. El concejal y presentador de radio se siente tan vulnerable como el líder asesinado. «Atilano tenía un programa solo los sábados por la mañana. Imaginen los que tenemos un programa diario y damos noticias fuertes y críticas. ¿Qué se puede esperar de nosotros?».