Los británicos condenan al EI

Un consejo islámico de sabios emitió una fatua que califica de «herejes» a los yihadistas

Oración en Manchester 8 Un grupo de musulmanes reza por Alan Henning, asesinado en Siria.

Oración en Manchester 8 Un grupo de musulmanes reza por Alan Henning, asesinado en Siria.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Esta semana la policía detuvo en Londres Tarik Hassane de 21 años. Hacía 48 horas que había vuelto de Sudán y según las fuerzas antiterroristas, preparaba con otros cuatro sospechosos un atentado del Estado Islámico en la capital. La guerra contra los extremistas islámicos se libra más que nunca en casa y los musulmanes británicos se sienten injustamente manchados por el comportamiento de una minoría. Las columnas de opinión y las continuas declaraciones de los políticos en el Parlamento dan la impresión de que hay un éxodo de musulmanes británicos que parten a luchar a Siria e Irak.

Los cálculos del Gobierno hablan de unos 500, lo que significa en realidad el 0,02% de los 2,7 millones que viven en el Reino Unido. El mayor drama de esas fugas es para las propias familias, desconcertadas en la mayoría de los casos, por la pérdida inesperada de un hijo o una hija. Unas 50 británicas, algunas de apenas 16 años, que han marchado a Oriente PróximoShaista Gohir, de la Red de Mujeres Musulmanas del Reino Unido, las describe como «chicas muy jóvenes e inocentes, que no entienden el conflicto o la fe, y son muy fácilmente manipulables. Algunas se están llevando incluso niños con ellas. Algunas creen que están tomando parte en una misión humanitaria».

Prevenir la radicalización

Prevenir la radicalización de jóvenes descontentos, o con afán de aventura, resulta muy difícil y la propia comunidad está haciendo un esfuerzo. Seis miembros del Consejo Musulmán de Sabios han emitido una fatua condenando «por herejía» a los yihadistas británicos. Les han prohibido alistarse con ese «opresivo y tiránico» grupo que opera en Irak y Siria, cuya denominación también ha sido denunciada. Varias organizaciones musulmanas han pedido en una carta al primer ministro, David Cameron, que tanto él como los medios de comunicación dejen de utilizar la etiqueta Estado Islámico. Desde su óptica es una forma ofensiva, con la que se legitima a los grupos terroristas que actúan en Siria e Irak. «No creemos que se les deba dar credibilidad al denominarse Estado Islámico. Ni es islámico, ni es un Estado».

El que sea un británico quien ha llevado a cabo las ultimas ejecuciones de prisioneros occidentales, incluidos dos compatriotas, hace aún más sensible el tema. En la carta a Cameron, los líderes musulmanes insistían en que los miembros de su comunidad, deben usar cada oportunidad para decir en voz alta cuando se cometan atrocidades y que «no sea en nuestro nombre» y «por nuestra fe».