Obama y Raúl Castro se dan la mano en el funeral de Mandela

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El presidente de EEUU, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro, se dieron este martes la mano durante el oficio religioso en homenaje a Nelson Mandela  en el estadio FNB de Johannesburgo.

El gesto sin precedentes entre los líderes de dos naciones en conflicto durante décadas tuvo lugar cuando Obama se dirigía hacia el estrado desde el cual se dirigió a los miles de sudafricanos presentes en la ceremonia.

Castro, que mostró una sonrisa al estrechar la mano de Obama, también intervino con una alocución durante el acto en el célebre barrio de Soweto, en Johannesburgo.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, calificó como "normal" y de gente "civilizada" el apretón de manos con Obama, mientras que para la Casa Blanca "no fue un encuentro planeado con antelación", según dijo a varias cadenas de televisión un alto funcionario que pidió el anonimato. Otras fuentes apuntan a que tras un gesto aparentemente inocente se encuentra un tímido primer paso para permitir el levantamiento en el futuro de sanciones y bloqueos comerciales a la isla, en una situación económica casi insostenible con el casi único apoyo de una Venezuela también en problemas.

Un centenar de mandatarios de todo el mundo

Cerca de un centenar de mandatarios de todo el mundo han asistido al oficio religioso. El expresidente Mandela falleció el pasado jueves a sus 95 años en su domicilio de Johannesburgo, tras una larga convalecencia por problemas respiratorios.

Reacción anticastrista

El exilio cubano en Miami no tardó en reaccionar ante el gesto símbólico entre Obama y Castro. Fuentes anticastristas calificaron este martes de "decepcionante", "indigno" y "desacertado" que el presidente de EEUU estrechara la mano de Raúl Castro. Las abiertas críticas contra el saludo de Obama a Castro han sido unánimes entre las organizaciones del exilio cubano, que no ahorran descalificaciones a un acto que han tildado de "hipocresía diplomática" e insensibilidad hacia las víctimas de la represión castrista en Cuba.

"Da tristeza que Obama le dé la mano a un dictador (Raúl Castro) que tiene la suya embarrada de sangre", y que lo haga precisamente hoy, aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, dijo a EFE Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia. En opinión de Sánchez, hubiese sido un "gesto digno" por parte de Obama "no extenderle la mano a un dictador" que "asedia a los opositores de forma encarnizada". Criticó, además, que fuese, "aparentemente", el propio Obama el que iniciase el apretón de manos.

Para Ofelia Acevedo, viuda del opositor cubano Oswaldo Payá, fundador del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), lo peor de este apretón de manos es que se produce en momentos en que en Cuba "hay una represión inmensa" y una atmósfera de coacción y "violación de los derechos humanos permanente". "Como decía mi esposo, los cubanos seguimos sin tener derecho a los derechos", dijo a EFE Acevedo.

Mensaje político

El gesto de Obama generó también fuertes críticas en el Directorio Democrático, que, por medio de su director, Orlando Gutiérrez, aseguró que el saludo "envía un pésimo mensaje político", en medio de "tanta represión en las calles de Cuba". En parecidos términos se expresó Ángel Desfana, director de Plantados, quien sostuvo que, si bien el protocolo exige el saludo entre los mandatarios, "en el caso de un dictador asesino como Castro no fue acertado" que Obama le estrechara la mano.

También tuvo palabras duras para Obama la presidenta de Madres y Mujeres Antirepresión por Cuba (M.A.R. por Cuba), Sylvia Iriondo, quien subrayó que el presidente de una "nación (EEUU) que es un bastión de la democracia no debe estrechar la mano de un dictador y un asesino".