AUGE DE LOS MOVIMIENTOS FASCISTAS

Grecia desafía a los nazis

Estudiantes 8Protesta antifascista en las inmediaciones del Parlamento griego en Atenas, ayer.

Estudiantes 8Protesta antifascista en las inmediaciones del Parlamento griego en Atenas, ayer.

ANDRÉS MOURENZA
ATENAS

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Fascismo nunca más, Fuera los neonazis o No Pasarán (en español) se leía en las pancartas que portaban las miles de personas que ayer marcharon por el centro de Atenas cuando se cumplía una semana del asesinato del cantante hip-hop Pavlos Fyssas a manos de un militante del partido ultraderechista Amanecer Dorado. La manifestación contra el fascismo -convocada por los sindicatos- fue un éxito de participación y mostró que la sociedad griega ha comenzado a reaccionar ante el peligro del extremismo nazi.

Aupados por su número, los manifestantes decidieron que no bastaba con expresar el repudio contra Amanecer Dorado frente al Parlamento y unas 7.000 personas continuaron hacia la sede del partido. La policía, a la que han llovido críticas por su presunta colaboración con los neonazis, no se atrevió a cerrar el paso a la marcha hasta que quedaban escasos metros para llegar al edificio. Grupos de encapuchados la emprendieron entonces con los antidisturbios, lanzando piedras y cócteles incendiarios, a lo que los agentes respondieron con gases lacrimógenos.

La manifestación de ayer fue una muestra de fuerza ante lo que hasta ahora era desidia por parte de un Gobierno encabezado por los conservadores de Nueva Democracia hacia el auge de Amanecer Dorado. La justicia finalmente ha aceptado investigar toda una serie de actos violentos en los que se han visto envueltos los neonazis y estudia declarar al partido como organización criminal a instancias del Ministerio de Orden Público.

Terror en El Pireo

A medida que se conocen más detalles del asesinato de Fyssas, más plausible se hace la hipótesis de un acto organizado y con conocimiento de la cúpula del partido. El asesino confeso, Yorgos Rupakiás, pertenecía a la organización local de Amanecer Dorado en el barrio de Nikea, situado en el extrarradio de la localidad portuaria de El Pireo, a pocos kilómetros de Atenas. Desde su sede en Nikea, un barrio que para más inri fue escenario de una de las más crueles matanzas durante la ocupación de los nazis alemanes, Amanecer Dorado controla la actuación de otros distritos cercanos como Péramao Keratsini, donde fue asesinado

Fyssas. Son barrios  de puerto y astilleros, con gran tradición sindical, aunque venidos a menos y donde el paro alcanza cotas del 60%.

Estos días, la sede de Amanecer Dorado en Nikea aparece clausurada pero hace un año, poco después de que se inaugurase y cuando los neonazis comenzaban a aterrorizar a la comunidad paquistaní del barrio amenazando con quemar sus tiendas, este periodista la visitó. En la calle, acordonada, decenas de nazis se protegían con cascos de motocicleta, empuñando gruesos palos y escudos con la efigie del yelmo espartano. En la sede había abundante material nazi -panfletos sobre Hitler, cruces celta- y un simpatizante, moreno de piel, con una gorra en la que se leía «White power». Así es la fuerza de choque de Amanecer Dorado en Nikea, los conocidos como «camisetas negras».

Afilar las bayonetas

Los neonazis reclutan especialmente entre los más jóvenes y también entre la población más desesperada por la crisis: el propio Rupakiás había perdido su empleo y había sido desahuciado hasta que Amanecer Dorado lo ficho a él y a dos familiares a cambio de dinero.

Los nuevos reclutas son sometidos a entrenamiento militar y se les otorga una cartilla  de rendimiento. «Apuntan en cuántas acciones has participado, a cuántos paquistanís has pegado», relató un exmilitante al diario Ethnos«Para entrar al nucleo duro, tienes que ser fuerte y soportarlo todo. No eres nada y debes hacer todo lo que se te pide. No tienes derecho a opinar». Además, el grupo neonazi de Nikea cuenta con lazos en la comisaría del barrio, que ahora está siendo investigada y cuyo jefe ha sido relegado. «Cuando algún paquistaní iba a denunciar, lo amenazaban con arrestarlo», explica a este diario Javed Aslam, líder paquistaní. Muchos en Grecia no parecían percatarse, hasta ahora, del peligro de los neonazis, a pesar de que el año pasado, su líder Nikolaos Mijaloliakos, ya había avisado de que los camisetas negras tomarían las calles para «demostrar lo que son las escuadras de asalto, lo que es luchar y lo que es afilar bayonetas en las aceras».