Ley polémica

Opositores a las bodas gais siembran la intolerancia en Francia

ELIANNE ROS
PARÍS

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La víspera de la votación definitiva de la ley del «matrimonio para todos» en el Parlamento francés, la agresividad y la beligerancia de los grupos radicales que se oponen a las bodas gais volvió ayer a subir de tono. El presidente de la Asamblea Nacional, el socialista Claude Bartolone, recibió una carta de amenaza con pólvora después de que otros miembros de su partido y del Gobierno hayan sido objeto de intimidaciones de similar calibre.

La ministra de Justicia, Christiane Taubirá, denunció ayer el «clima de intolerancia» generado por los detractores de la ley. «No entiendo tamaña movilización en contra los derechos de los demás», deploró la impulsora del texto, que se encuentra en el ojo del huracán.

Firmada por un grupo autodenominado Interacción de las fuerzas del orden, la carta enviada a la presidencia del Parlamento es particularmente violenta. «El matrimonio para todos equivale a la supresión total del matrimonio. En el caso de que no haga caso de este ultimátum, su familia política sufrirá físicamente», advierte la misiva antes de concluir: «Nuestros métodos son más radicales y expeditivos que las manifestaciones, ustedes han querido la guerra, la tendrán». El correo, que es examinado por la fiscalía antiterrorista, fue calificado de «intolerable» por el ministro del Interior, Manuel Valls.

Aunque se distancia de los grupos violentos -se sospecha integrados por ultraderechistas-, el movimiento contrario a que los homosexuales accedan al matrimonio y a la adopción no se rinde. Su líder, una antigua figura de la noche parisina conocida por su nombre artístico de Frigide Barjot, ha anunciado la presentación de candidaturas en las municipales del próximo año allí donde la derecha no haya sido lo bastante contundente en su rechazo a la ley. Alentada por la masiva participación en las protestas, Barjot quiere ahora aglutinar un movimiento cuyo principal objetivo sea derrotar a Hollande.