La guerra de Irak, la pesadilla más larga

Una década después de la invasión, Occidente olvida sus errores y señala a Irán como gran enemigo

Columna de humo sobre el palacio presidencial de Sadam Husein en Bagdad, el 21 de marzo del 2003.

Columna de humo sobre el palacio presidencial de Sadam Husein en Bagdad, el 21 de marzo del 2003. / pbz/mro/nk/mo/MA/jh

RAMÓN LOBO / Madrid

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El grito del último soldado estadounidense al abandonar Irak en diciembre del 2011 fue: "Hemos ganado". Es el que grabaron las cámaras de televisión, el más repetido en los informativos de Estados Unidos; servía de anestesia colectiva. Quedaron atrás casi nueve años de pesadilla en los que 4.488 soldados norteamericanos perdieron la vida y 32.105 resultaron heridos, según los datos oficiales. El número de civiles iraquís varía desde los casi 122.000 de Irak Body Count a los 600.000 de la revista médica británica 'The Lancet'.

La Casa Blanca aparcó los valores que defiende su Constitución, liquidó el consenso internacional y la legalidad (formal) que representa el Consejo de Seguridad de la ONU, impulsor de la guerra del Golfo, en 1991, las intervenciones en Bosnia (1995) y Afganistán (2001). Una invasión que tenía como objetivo declarado derrocar a un dictador pasó a ser otra de reconstrucción nacional. El verdadero vencedor de nueve años de guerra y de tanto sufrimiento es Irán, el nuevo gran enemigo.

>> Lea la información completa del décimo aniversario de la guerra de Irak en e-Periódico.