EEUU desactiva en el último instante la bomba del abismo fiscal

El Congreso llega a un acuerdo para evitar las subidas de impuestos y los recortes del gasto

Barack Obama, en primer término, sonríe, junto a Joe Biden, tras lograr el acuerdo para salvar el abismo fiscal.

Barack Obama, en primer término, sonríe, junto a Joe Biden, tras lograr el acuerdo para salvar el abismo fiscal. / CD CXM**NY**

RICARDO MIR DE FRANCIA / Washington

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Tras otra jornada larga, tensa y llena de incertidumbre, elCongreso de EEUU acabó refrendando una ley para abortar el llamado abismo fiscal, después de que la mayoría republicana en la cámara baja amagara con torpedearla antes de rendirse finalmente al sentido común. La legislación aprobada poco antes de la medianoche del martes en Washington impedirá que los impuestos suban para la gran mayoría de los estadounidenses, a la vez que aplaza la entrada en vigor de los recortes de gasto que se cernían sobre el Pentágono y otras agencias federales.

El suspense estuvo presente hasta el último momento y durante parte de la jornada se llegó a temer que el acuerdo aprobado en primera instancia en el Senado acabara descarrilando. Los republicanos quisieron introducir una enmienda para que la ley contemplara recortes de gasto adicionales, pero acabaron desistiendo por temor a quedarse sin el quórum necesario y a aparecer ante la ciudadanía como los responsables de un cataclismo fiscal que podría haber abocado al país a una nueva recesión, arrastrando a parte del mundo en su caída.

Votación

Finalmente la Cámara de Representantes, de mayoría conservadora, rubricó el documento con 257 votos a favor (172 demócratas y 85 republicanos) y 167 en contra. Casi 24 horas antes había superado el Senado, controlado por los demócratas, con 89 síes y ocho noes. Para convertirse en ley, solo falta que elpresidente Barack Obama le ponga la firma.

"Espero que con el año nuevo podamos aprobar otro paquete como este con un poco menos de drama, un poco menos de tacticismo y sin tener que asustar a la gente tanto como esta vez", dijo Obama tras comparecer ante la prensa para saludar el acuerdo y agradecer el esfuerzo de los líderes de ambos partidos. Para la Casa Blanca el acuerdo representa una pequeña victoria, ya que por primera vez en dos décadas subirán los impuestos para los más ricos, una de las promesas de campaña del presidente.

Más de 400.000 dólares

La rentas superiores a 400.000 dólares pagarán 4 puntos más del IRPF, cuyo tramo máximo se situará en el 39,6%, y verán como aumentan también sus impuestos de dividendos y de sucesiones cuando las herencias superen los 5 millones de dólares. Obama ha logrado también prorrogar durante un año más el subsidio de desempleo de los parados de larga duración y extender algunas ayudas a las familias más humildes. "Creo que todos tenemos claro que esta ley es solo un paso en un esfuerzo más grande para reforzar nuestra economía y ampliar las oportunidades para todo el mundo", dijo Obama.

No todos los demócratas están contentos. Parte del partido piensa que Obama ha sido demasiado generoso al situar demasiado alto el techo de aquellos que verán como aumentan sus impuestos. "Diría que es una gran victoria a largo plazo para la derecha y una victoria a corto plazo para los demócratas", dijo el ex presidente del partido y ex candidato a la presidencia, Howard Dean. "Eso no es la clase media. No tener acuerdo es mejor que no tener uno malo. Y este es un acuerdo muy malo", opinó el senador demócrata de Iowa, Tom Harkin, uno de los que votó en contra de la ley.

Conquista republicana

La mayor conquista de los republicanos reside en haber logrado que los recortes de impuestos para el 98% de la población aprobados durante el mandato de Bush se hayan hecho permanentes, una de sus viejas aspiraciones. Pero pocos estaban ayer contentos en sus filas con el desenlace de este último asalto sobre cómo encarrilar los déficits y la deuda del país. La prueba es que ninguno de sus capitanes en la cámara baja se atrevió a defender públicamente el acuerdo durante las deliberaciones previas a la votación, aunque figuras como John Boehner, su líder en la Cámara de Representantes, acabaron votando a favor.

Y es que los republicanos han tenido que tragar con el anatema de la subida de impuestos y no han logrado que la nueva ley contemple los recortes del gasto o la reforma de los programas sociales que tanto ansían para meterle mano al déficit. Pero saben que el de ayer no es más que uno de los primeros compases de una pelea a doce asaltos. La próxima crisis fiscal está a la vuelta de la esquina, ya que en Nochevieja se llegó a esos 16.4 billones de dólares que marcan el techo de la deuda.

En las próximas semanas la Casa Blanca tendrá que negociar otro acuerdo para aumentar el techo de la deuda y esta vez los republicanos tendrán las mejores cartas en la manga ya que, como casi demuestran en el verano del 2011, están dispuestos a dejar que el país se declare en suspensión de pagos si no se contemplan sus exigencias.