Orden de procesamiento para el mayordomo del Papa y un colaborador

El mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, en primer plano a la izquierda, junto a Benedicto XVI, en junio del 2010.

El mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, en primer plano a la izquierda, junto a Benedicto XVI, en junio del 2010. / SLM

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Paolo Gabriele, mayordomo del Papa, será procesado por hurto grave de documentos privados deBenedicto XVI y de su gobierno. Pero, por sorpresa, no estará solo. Con él será también procesadoClaudio Sciarpelletti, un informático del Vaticano, considerado solamente como encubridor del mayordomo, aunque no cómplice.

El Vaticano ha dado a conocer este lunes lasentenciadel juez para las diligencias previas, Piero Antonio Bonnet, que ha ordenado el procesamiento de ambos, cuya vista oral podría empezar el próximo otoño. Probablemente se tratará de unproceso público.

No es el único

Sin embargo, la magistratura del Papa no considera a Paolo Gabriele como el único responsable del hurto y fuga dedocumentación. "Este es uno de los delitos, y el cierre de este sumario no lo cierra todo", ha subrayado el padre Federeico Lombardi,portavoz del Papa. Por tanto, es de suponer que en un futuro podrían caer otras cabezas por su implicación en la colosal y sorprendentefuga de documentos, que en la pasada primavera algunos consideraron como efecto de una supuesta lucha por el poder en elVaticano. Más concretamente, como un enfrentamiento entre los partidarios y los contrarios a la política de transparencia impuesta porJoseph Ratzinger.

En un libro

La sentencia se ha producido aproximadamente seis meses después de que se dispararan lasinvestigacionesde la policía vaticana sobre la fuga de documentos reservados, de la difusión de los mismos a través de unaemisorade televisión y de su publicación en un libro del periodista italiano, Gianluigi Nuzzi, titulado 'Las cartas secretas de Benedicto XVI'.

Las aproximadamente 15 páginas del fiscal y otras 15 de la sentencia reconocen que no todos losdocumentos hallados en el domicilio particular del mayordomo han sido publicados y que, además, existen documentos publicados que no los tenía elmayordomo. Esto lleva a suponer que presuntamente otras personas también sustrajeron y difundieron documentaciónreservadadel Papa y de la Secretaría de Estado.

Durante la fase de las diligencias previas el mayordomo hacolaboradoplenamente con las autoridades y ha sido sometido a dosperitajespsiquiátricos --uno de la acusación y otro de la defensa-- que debían verificar la personalidad del acusado. En los mismos, ha tenido que responder a pruebas de tipopsicológico.

Otros interrogatorios

También han sido interrogadas las cuatroreligiosasque, junto con Paolo Gabriele y otras tres personas, frecuentaban elapartamentopapal y constituían lo que en la jerga vaticana se conoce como "familia pontífica". El cuadro clínico que resulta de todo ello es que el mayordomo "era consciente de lo que hacía", "debe ser considerado socialmentepeligrosopor lo que se refiere a los presuntos delitos que se le imputan" y dispone de una personalidad "sugestionable" como para cometer actos que le dañen a él y a otros. Por todo ello, Paolo Gabriele debe ser procesado "por hurto grave" y Claudio Sciarpelletti por "encubrimiento".