El futuro de la eurozona

Preparados para todo

Empleados municipales preparan un colegio electoral para los comicios del domingo, ayer, en Atenas.

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ELISEO OLIVERAS

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La eurozona se encuentra en la encrucijada, con el euro y todo el proyecto de integración europea cuestionado por los mercados financieros debido al riesgo del colapso de Grecia tras las elecciones de mañana, a los crecientes apuros de la fragilizada España y a la falta de una estrategia coherente y efectiva de los líderes europeos para superar la crisis. El Banco Central Europeo (BCE) y los principales bancos centrales mundiales se prepararon ayer para poder afrontar de forma coordinada el lunes cualquier tormenta financiera tras las elecciones griegas, en las que los dos partidos favoritos reclaman una renegociación del plan de rescate internacional de Grecia, que ha evitado hasta ahora la quiebra del país y ha mantenido a flote un Estado fallido.

Mientras el eje franco-alemán dirime en público sus divergencias sobre la estrategia económica a seguir y algunos dirigentes juegan con la arriesgada posibilidad de dejar caer a Grecia fuera del euro, el BCE asumió el liderazgo dejado por el silencio de los líderes europeos y garantizó que facilitará toda la liquidez que sea necesaria a los bancos solventes para contrarrestar cualquier pánico financiero que puedan desencadenar las dudas sobre el futuro de Grecia y la integridad de la actual eurozona.

El tipo de la deuda pública española a 10 años acabó la jornada rozando nuevamente el 7%, con una prima de riesgo del 547 puntos respecto al bono alemán, como consecuencia precisamente de las incertidumbres sobre el futuro de la eurozona y de la capacidad del Gobierno de Mariano Rajoy para enderezar la delicada situación española.

REBAJA DEL TIPO DE INTERÉS / El BCE insinuó que podría estar preparando una rebaja del tipo de interés de la eurozona por debajo del actual 1% para principios de julio, lo que facilitaría la recuperación económica, al insistir su presidente, Mario Draghi, en que «ningún país de la zona euro afronta un riesgo de inflación».

«Los riesgos tienen que ver sobre todo con el elevado grado de incertidumbre», subrayó Draghi en una conferencia económica en Francfort. «Los mercados y los ciudadanos europeos necesitan ser tranquilizados sobre el hecho de que seguimos viajando juntos» en la eurozona, añadió Draghi, mientras la cancillera alemana, Angela Merkel, y los dirigentes franceses escenificaban en público sus diferencias y la preocupante parálisis europea.

Draghi defendió una mayor integración económica y política en la eurozona, con una cesión de soberanía. El presidente del BCE expresó su confianza en que la cumbre europea del 28 y 29 de junio pueda aprobar el plan detallado para esa mayor integración financiera, presupuestaria y de política económica en el que está trabajando junto al presidente de la Unión Europea (UE), Herman Van Rompuy, y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

COMPROMISO POLÍTICO / El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, también insistió en la urgencia de «diseñar una unión económica completa, que complemente la actual unión monetaria del euro, incluyendo una unión financiera». Las actuales turbulencias financieras, reconoció Rehn, muestran que las acciones adoptadas hasta ahora «han sido insuficientes, han contenido la crisis, pero no la han domado y mucho menos resuelto».

«Demostrar el compromiso político de los estados miembros del euro será clave para restaurar la confianza en la eurozona», señalo Rehn, que ha cancelado su asistencia a la cumbre del Grupo de los Veinte (G20) en México el 18 y 19 de junio para permanecer en Bruselas ante las incertidumbres políticas griegas.

FIRMEZA / Frente a las reivindicaciones de los dos partidos griegos favoritos, el conservador Nueva Democracia y la Coalición de Izquierda Syriza, de renegociar las condiciones del rescate de Grecia, la Comisión Europea y el Eurogrupo se mantuvieron firmes. La eurozona rechaza modificar los objetivos de ajustes y reformas fijados y solo está dispuesta a negociar retoques en las medidas para alcanzar esos objetivos y a reforzar los apoyos al crecimiento económico.

«El abandono puro y simple del memorándum del plan de rescate sería considerado por muchos de los miembros de la zona euro como una ruptura», advirtió el presidente francés, François Hollande. Otros dirigentes se mostraron más amenazadores, como el primer ministro eslovaco, Robert Fico: «Si Grecia no respeta las condiciones fijadas para el saneamiento de sus finanzas públicas, Eslovaquia se sumará a los países que piden su salida de la zona euro».