POLÉMICA RADIOFÓNICA EN EEUU

A voces contra la promiscuidad

El locutor conservador de referencia tensa el debate sobre los anticonceptivos al insultar a una estudiante

Rush Limbaugh.

Rush Limbaugh.

I. N.
NUEVA YORK

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Ha vuelto a hacerlo. Rush Limbaugh, el terror conservador de las ondas estadounidenses, una voz que escuchan semanalmente 15 millones de personas, ha disparado a la estratosfera la tensión y repercusión de la guerra abierta por la cobertura sanitaria de los anticonceptivos. En el camino ha manchado el honor de Sandra Fluke, una estudiante de 30 años de Georgetown. Y esta vez ha logrado incluso incomodar al partido republicano, consciente del daño que la última diatriba misógina del locutor puede provocar entre las votantes en un complicado año electoral.

Todo empezó la semana pasada, cuando los republicanos impidieron testificar a Fluke en un panel en el Congreso para defender el mandato de la ley sanitaria de Obama que obliga a incluir los anticonceptivos en los seguros. Los demócratas dieron a la treintañera espacio para presentar su alegato, en el que usó casos como el de una compañera que, sin acceso a la píldora para controlar quistes ováricos, tuvo que extirparse uno. Y Limbaugh se desató.

«Tiene tanto sexo que no puede permitirse los anticonceptivos», dijo hablando de Fluke.«Quiere que los contribuyentes le paguemos por mantener relaciones sexuales. Eso le convierte en un putón, en una prostituta».

No contento con la diatriba, Limbaugh lanzó un mensaje más a Fluke. La llamó«feminazis»:«Si vamos a pagar por vuestros anticonceptivos y, por tanto, para que mantengáis relaciones, queremos algo a cambio: poned los vídeos en la red para que todos los podamos ver».

El terremoto fue instantáneo. Obama llamó a Fluke para agradecerle el apoyo a la ley sanitaria y preocuparse por ella y su familia. En las redes corren como la pólvora las llamadas de boicot a un hombre que calificó a Hillary Clinton de«sexocretaria de Estado». 24 anunciantes han dejado de esponsorizar su programa. Y hasta Mitt Romney y Rick Santorum han tenido que criticarle, aunque lo han hecho tímidamente.

En un paso inusual en él, Limbaugh se ha disculpado y el lunes admitió que los términos que usó fueron«inapropiados». Ni una palabra, eso sí, sobre el tema de fondo. Como los candidatos.