LA POLÍTICA ENERGÉTICA DE EEUU

Obama frena la construcción del controvertido Keystone XL

El gigantesco oleoducto debía transportar petróleo desde Canadá a la costa de Tejas

Manifestación en contra del oleoducto Keystone XL, el pasado 6 de noviembre en Washington.

Manifestación en contra del oleoducto Keystone XL, el pasado 6 de noviembre en Washington. / JPR/DN/SMC/ar

RICARDO MIR DE FRANCIA / Washington

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Se acabó la disputa, al menos por el momento. El presidente de EEUU,Barack Obama, ha anunciado laparalizaciónde un controvertido oleoducto, elKeystone XL, que había puesto en pie de guerra a los ecologistas, dividido al país y se había convertido en el símbolo, para bien y para mal, de supolítica energética. Aludiendo a las condiciones fijadas por sus rivales republicanos en el Congreso, Obama ha asegurado que de momento el proyecto queda suspendido ante la imposibilidad de reevaluar su impacto medioambiental en los 60 días otorgados por los conservadores. Su decisión está llamada a convertir el asunto en uno de los temas de lacampaña electoral.

El Keystone XL debía transportar petróleo de arenas botuminosas desde los bosques boreales deCanadáhasta las refinerías tejanas delGolfo de México. Un viaje de 2.400 kilómetros por seis estados de la Unión. Respaldado sin fisuras por los republicanos, la industria del petróleo, algunos sindicatos o el Gobierno canadiense, sus defensores arguyen que creará unos20.000 puestos de trabajo y contribuirá a reducir la dependencia energética de Oriente Próximo. Pero ni a los ecologistas ni a cientos de asociaciones y grupos cívicos les convence, al considerar que anclará la dependencia del país en los combustiles fósiles, agravará elcambio climático y amenaza con causar una catástrofe medioambiental.

Críticas republicanas

Para Obama es una peligrosapatata caliente, pero parece que la decisión de los republicanos de condicionar la extensión de un recorte de impuestos para las clases medias a la aprobación del proyecto ha acabado por exasperarle. "Como dijo el Departamento de Estado el mes pasado, el plazo precipitado y arbitrario en el que insisten los republicanos del Congreso impide una evaluación del impacto del oleoducto, tanto sobre la salud y la seguridad de los estadadounidenses, como del medio ambiente", ha dicho Obama en un comunicado.

Sus rivales conservadores le acusaron el miércoles de supeditar la economía del país a sus cálculos electorales. "El presidente Obama está a punto de destruir miles de empleo estadounidenses y venderle la seguridad energética de nuestro país a los chinos", dijo un portavoz del líder conservador en el Congreso,John Boehner.

El primer ministro canadiense,Stephen Harper, había amenazado con venderle el petróleo aChina si EEUU no aprueba el proyecto. Harper ha llamado a Obama para transmitirle sudecepción, según informa la prensa estadounidense. En juego están 7.000 millones de dólares, aunque como ha subrayado el presidente, la decisión última todavía no está tomada.