VUELTA DE TUERCA EN EL CASO DEL EXDIRECTOR GENERAL DEL FMI

¿Strauss-Kahn, víctima?

Un periodista de EEUU descubre zonas de sombra en la investigación de Nueva York que alimentan la existencia de un complot H El partido de Sarkozy lo niega de forma rotunda

Dominique Strauss-Kahn.

Dominique Strauss-Kahn.

ELIANNE ROS
PARÍS

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Tras la detención de Dominique Strauss-Kahn el pasado mes de mayo en Nueva York acusado de violación, la teoría del complot político cosechó un notable éxito entre los franceses, que se resistían a creer un escenario que superaba toda ficción. Con la aparición de una segunda denuncia en Francia y el descubrimiento de la doble vida del exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), esta tesis se fue desinflando. Ahora resucita al otro lado del Atlántico. Aunque no aporta pruebas concluyentes, el periodista norteamericano Edward Epstein pone al descubierto la existencia de turbadoras zonas de sombra en elcaso DSK.

En su investigación, publicada en la revista New York Review of Books, el experimentado periodista, de 71 años, concluye que los responsables del hotel Soffitel, en cuya suite 2806 Strauss-Kahn inició su descenso a los infiernos, quisieron«tumbar» la candidatura del político socialista a las presidenciales del 2012. Se basa en un vídeo en el que se ve a dos empleados del hotel felicitarse«durante tres minutos» justo después de conocer el relato de la mujer de la limpieza, Nafissatou Diallo. El establecimiento sostiene que en realidad las muestras de satisfacción duraron «ocho segundos» y no tenían nada que ver con Strauss-Kahn.

El periodista considera anormales los viajes de la denunciante a la suite 2820 antes y después del fugaz contacto sexual con DSK. El hotel se ha negado a facilitar la identidad del cliente de esta suite con el argumento de la protección de la intimidad. Epstein ve también sospechoso que el hotel tardara 62 minutos en comunicar lo sucedido a la policía. Se da la circunstancia de que el responsable de seguridad había trabajado con el actual ministro del Interior, Claude Guéant, cuando éste se ocupaba de los servicios secretos.

Blackberry pirateada

A juicio del periodista, hay más. Afirma que el mismo día de su detención, Strauss-Kahn recibió la llamada de una amiga, que trabaja como«documentalista»en la UMP, el partido de Nicolas Sarkozy, avisándole de que su teléfono -la blackberry del FMI- estaba pinchado. Resulta que este mismo teléfono es el que DSK se dejó en el hotel -su llamada a la recepción para reclamarlo fue lo que permitió a la policía detenerlo en el avión a punto de despegar hacia París- y que nunca recuperó. Según Epstein, el aparato desapareció misteriosamente .

Amante de la controversia

Especializado en cuestionar la versión oficial -ha publicado tres libros sobre el asesinato de Kenedy y varios artículos sobre los puntos oscuros de los atentados del 11-S-, Epstein es un amante de la controversia. Ya había publicado un artículo sobre los aspectos no aclarados del caso DSK.

Sus sospechas han puesto en guardia al Gobierno. «¿Qué es lo que descubre? Qué Strauss-Kahn perdió su teléfono. No es porque no lo ha recuperado que hay un complot», afirma el ministro del Interior, Claude Guéant.«Todo esto es una fantasía», se indigna el titular de Interior, que ha retado a quien crea en la conspiración a ir a los tribunales. La teoría de la maquinación también es ridiculizada por el secretario general de la UMP, Jean François Copé. «Imaginar que lo que le ha pasado a Strauss-Kahn es motivo de no sé qué complicidad de la UMP, es bastante burdo», sostiene el jefe del partido, que considera «ridícula» una versión apuntada en su día por el propio Strauss-Kahn, que denunció la falta de cooperación del hotel Sofitel con sus abogados.