El conflicto libio

La rebelión libia elimina a Gadafi

Los insurgentes toman el último bastión gadafista y acaban con la vida del dictador después de haberlo capturado vivo

Imágenes de vídeo de Gadafi apresado por milicianos rebeldes en Sirte.

Imágenes de vídeo de Gadafi apresado por milicianos rebeldes en Sirte.

MONTSERRAT RADIGALES

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El final del dictador libio no podía haber sido más humillante. Muamar Gadafi, que llamaba «ratas» a los rebeldes que el pasado febrero se sublevaron contra su régimen, se ocultó ayer como una rata dentro de una mugrienta tubería poco antes de morir, en circunstancias aún confusas, a manos de los insurgentes que ayer tomaron Sirte, ciudad natal del depuesto dirigente y último bastión de resistencia gadafista. La guerra de Libia, pues, tocó ayer a su fin y Gadafi se convirtió en el primero de los dictadores depuestos por laprimavera árabeque muere a resultas de la revuelta.

Tras varias horas de rumores e informaciones contradictorias sobre la captura de Gadafi, el primer ministro del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mahmud Jibril, anunció a primera hora de la tarde, en una rueda de prensa en Trípoli, que Gadafi estaba muerto. «Hemos estado esperando este momento. Muamar Gadafi ha muerto», señaló. Jibril afirmó que hoy viernes como muy tarde se proclamará oficialmente la «liberación» total de Libia.

La película de los acontecimientos tiene aún fotogramas oscuros. Tras varias semanas de asedio y encarnizados combates, las fuerzas de la rebelión tomaron ayer el control de Sirte. Gadafi, acompañado de algunos de sus fieles y varios guardaespaldas, intentó huir de la ciudad, en dirección al oeste, a primera hora de la mañana, en un convoy de vehículos. Pero sus planes fueron frustrados por la OTAN, que bombardeó el convoy en las afueras de Sirte.

La Alianza aseguró horas después que había bombardeado un convoy sin confirmar si Gadafi iba en alguno de los vehículos. Pero a media tarde, cuando la muerte del dictador libio ya era conocida, el ministro de Defensa francés, Gérard Longuet, explicó que aviones franceses identificaron y «detuvieron» el convoy militar, formado por «varias decenas de vehículos», en el que viajaba Gadafi. Longuet dejó claro, sin embargo, que el convoy «no fue destruido por la intervención francesa». Según el ministro, combatientes libios intervinieron después y destruyeron los vehículos, «de los que salió el coronel Gadafi».

A partir de aquí, los hechos han podido ser reconstruidos a partir de distintos testimonios, a veces contradictorios o confusos. Al parecer Gadafi y algunos de sus acompañantes huyeron, perseguidos por los insurgentes, en medio de los árboles y acabaron ocultándose en dos tuberías de hormigón para drenajes. Salem Bakeer, un miliciano rebelde que dijo haberle encontrado en la tubería, aseguro que Gadafi le imploró que no disparara.

HERIDO/ En el momento de la captura, Gadafi presentaba ya heridas de bala en la pierna y la espalda. Al parecer entonces fue conducido hacia un camión. No está claro qué sucedió después exactamente.

Lo que está fuera de toda duda es que Gadafi fue apresado vivo y ejecutado por los rebeldes. Las primeras fotos difundidas tras el anuncio de la captura mostraban a Gadafi con la cabeza ensangrentada, pero no permitían establecer si estaba vivo o muerto. Sin embargo, las televisiones árabes Al Jazira y Al Arabiya emitieron después unas imágenes de vídeo en las que aparecía con toda claridad herido pero con vida. Pese a que la cámara realizaba continuamente movimientos bruscos que impedían ver qué estaba sucediendo, Gadafi parecía forcejear y estar recibiendo golpes.

Un combatiente del CNT parecía sostener una pistola muy cerca de su cabeza. «Anunciamos al mundo que Gadafi ha muerto a manos de los revolucionarios», había declarado a la prensa en Bengasi el portavoz oficial del CNT Abdel Hafez Ghoga, sin explicar cómo.

Otro portavoz del CNT, Jalal al-Galal, afirmó posteriormente que el médico forense que examinó el cadáver de Gadafi, en la ciudad de Misrata -a donde fue trasladado el cuerpo- determinó que Gadafi había recibido disparos en la cabeza y el abdomen.

Entre quienes acompañaban a Gadafi en sus últimas horas y acabaron también muertos se encuentran uno de sus hijos, Mutasim, y el jefe del ya inexistente Ejército del dictador, Abú Bakr Yunis Jabr. Según algunos milicianos, Jabr había sido también capturado vivo. El CNT posteriormente anunció su muerte, al igual que la de Mutasim. Se desconoce, en cambio, el paradero de otro de los hijos del dictador, Saif al Islam, aunque durante toda la jornada circularon rumores, que no se confirmaron, de que había sido también capturado o que estaba muerto.

La caída de Sirte, donde ayer ondeaba ya la bandera tricolor de la nueva Libia, y la muerte de Gadafi provocaron una explosión de alegría en el país. Miles de libios salieron a la calle en Trípoli y en otras ciudades portando banderas y haciendo sonar los claxons de los coches en una exhibición colectiva de júbilo.

La liquidación definitiva de los últimos rescoldos del gadafismo fue acogida con alivio por los mandatarios internacionales, que subrayaron la necesidad de una transición pacífica y de mantener la unidad entre los libios.

LA ALIANZA/ La OTAN, por su parte, ha comenzado a preparar la conclusión de su misión militar de ataques aéreos contra los restos de las fuerzas del antiguo régimen de Gadafi. Tras la caída de Sirte y de Bani Walid, los últimos focos de resistencia, el fin de la operación «está muy próximo», anunció anoche el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen. La OTAN ha convocado para hoy una reunión del Consejo Atlántico para estudiar precisamente el fin de la misión, según indicaron fuentes diplomáticas. Rasmussen afirmó que la decisión de dar por concluida la operación militar se adoptará en coordinación con la ONU y el CNT libio, informaEliseo Oliveras.

Los ministros de Defensa de la OTAN acordaron a principios de mes que la operación solo se podría dar por concluida cuando se verificara que los restos de las fuerzas gadafistas no tenían capacidad para realizar operaciones de guerrilla y que las nuevas autoridades libias eran capaces de garantizar la seguridad del territorio. «Es la hora de comenzar una nueva y unida Libia», proclamó ayer Jibril.