Sondeo en la derecha de EEUU

El ensayo electoral republicano en Iowa impulsa a Bachmann

La candidata republicana Bachmann pronuncia un discurso en Ames tras su triunfo.

La candidata republicana Bachmann pronuncia un discurso en Ames tras su triunfo.

RICARDO Mir de Francia

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Decía un votante de Michele Bachmann que se había decantado por la congresista de Minnesota porque «habla llanamente y se entiende lo que dice». Puede que no fuera exactamente un piropo, pero el mensaje simple y de alto voltaje de Bachmann, su espíritu combativo y su trasfondo cristiano acabaron imponiéndose el sábado en las primarias no vinculantes de Iowa, el primer ensayo de entidad para la nominación republicana. A la reina del Tea Party le siguió muy de cerca el libertario Ron Paul, una señal más de que parte del país ya no confía en los políticos tradicionales.

El valor de estas primarias simuladas, en las que participaron casi 17.000 ciudadanos de Iowa, es meramente simbólico, aunque sirvió para poner a prueba la maquinaria financiera y organizativa de los contendientes. Muchos electores llegaron en autobuses fletados por los candidatos y, a cambio de comprometer su voto por escrito, la campaña elegida les pagó los 35 dólares que costaba entrar a votar y les invitó a comer. Aspirantes como Mitt Romney, el favorito en las encuestas de ámbito nacional, prefirieron ahorrarse el dinero para más adelante. Sin autobuses, carpas, voluntarios o hamburguesas, Romney acabó séptimo entre 10 candidatos, con un 3% de los sufragios frente a los 29% de Bachmann. Tim Pawlenty, exgobernador de Minnesota y considerado hasta hace poco un serio aspirante, anunció su retirada tras lograr un decepcionante tercer puesto.

Por paradójico que parezca, el ensayo de Iowa fue un voto subsidiado por los candidatos, los mismos que aspiran a acabar con los demonizados subsidios estatales, ya sea privatizando las pensiones o eliminando el seguro de desempleo. «Acabáis de enviarle a Barack Obama el mensaje de que será un presidente de un solo mandato», dijo Bachmann al conocer el resultado, repitiendo la que es ya su frase de campaña: «Este es un maravilloso anticipo para recuperar el control del país».

A Bachmann le ayudó el perfil de los votantes conservadores de Iowa. Seis de cada diez se identifican con la derecha evangélica a la que también pertenecen Rick Santorum (cuarto con el 10%) o el gobernador de Tejas, Rick Perry, que una semana antes de anunciar el sábado su candidatura, dirigió una plegaria en Houston ante 30.000 personas para rogar por la recuperación económica, sugiriendo que los males del país se deben a su alejamiento de Dios.

DECLIVE MORAL Y ECONÓMICO / El supuesto declive moral de EEUU, unido al menos cuestionable declive económico, ha estado muy presente estos días en Iowa. «Cuando nos distanciamos de nuestros valores, no funciona. Este país fue creado bajo la premisa de que nuestros derechos emanan de Dios y en lugar de promover los valores cristianos se los ridiculiza», decía el matrimonio Bradshaw cerca de dos veinteañeros con el eslogan Lucha contra el socialismo en la camiseta.

Todos los candidatos se han cuidado de mimar desde el jueves a los llamados conservadores sociales, la derecha evangélica a la que pertenecen casi 80 millones de estadounidenses, mostrando su oposición sin matices al aborto y al matrimonio gay. «La libertad y la vida no vienen del Gobierno, sino de nuestro creador», dijo Ron Paul, segundo.

El ambiente en las inmediaciones del deportivo fue más que festivo, casi carnavalesco. Aunque ninguno de los candidatos despierta pasiones fuera de sus feudos territoriales o ideológicos, el estancamiento económico que vive el país y la maltercha popularidad de Obama han insuflado optimismo a los conservadores de cara a las presidenciales del 2012. En Ames estuvieron representadas todas las facetas del universo conservador. Desde la Asociación Nacional del Rifle, a los populistas del Tea Party, los ideólogos de la Heritage Fundation o los activistas de Fair Tax, que pretenden eliminar el impuesto sobre la renta para reemplazarlo por uno al consumo.

PROMESAS ECONÓMICAS / La economía ocupó el centro del debate y los candidatos han insistido en que el país tiene que aprender a no gastar más de lo que ingresa. Bachmann ha prometido resucitar la economía en solo tres meses y Pawlenty crecer al 5%. El presupuesto de partida consiste en reducir al mínimo la Administración pública, concebida como el origen de todos los problemas. Y reducir los impuestos para atraer a las grandes empresas deslocalizadas e impulsar la desregulación.

Hasta los candidatos más serios como Romney pretenden revocar la reforma financiera de Barack Obama y la regulación descafeinada que pretende imponer a los bancos y a Wall Street.