El azote del hambre

La India: 230 millones de hambrientos

Tres niños pobres en las calles de la ciudad india de Calcuta.

Tres niños pobres en las calles de la ciudad india de Calcuta.

MAR JUNCÀS
NUEVA DELHI

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La peor hambruna registrada en la historia reciente de la humanidad, la denominada «hambruna de Bengala», ocurrió en 1943 en la India gobernada por los británicos. Se calcula que entre dos y cuatro millones de personas murieron de hambre ese año en medio de una grave crisis agraria. Ahora, casi siete décadas después, por fin empieza el subcontinente a desvincularse de la desgarradora imagen relacionada con aquella catástrofe; sin embargo, la India aún tiene más ciudadanos sufriendo de hambre que cualquier otra nación, con cerca de 230 millones de personas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Entre 30 y 40 millones de personas fueron víctimas de la falta de alimentos en la segunda mitad del siglo XIX en la India, que arrastra un largo historial de hambrunas. Por eso, suministrar el sustento necesario a la población fue una de las prioridades del primer Gobierno independiente indio, en 1947. Desde entonces el país ha vivido una «revolución verde» que la ha transformado de nación necesitada a exportadora. Pero aún no ha erradicado sus carencias como lo ha hecho China, que alcanzó la autosuficiencia alimentaria en la década de 1990.

En un estudio comparativo realizado por el Instituto de Investigación para la Política Internacional de Alimentos (IFPRI, por sus siglas en inglés) publicado en el año 2010 sobre esta materia, la India aparece en la posición 66 de los 88 países con este problema.

LOS ÍNDICES/ Los índices que miden el hambre de una nación se calculan en base a tres indicadores: malnutrición infantil, tasa de mortalidad infantil y el número de personas que sufren un déficit de calorías.

A pesar de ser una de las economías con mayor crecimiento económico, según el IFPRI, el 43% de los menores de 3 años del subcontinente aún sufre de malnutrición y el 48% muestra algún impedimento físico a causa de una dieta insuficiente. Aunque el país ha logrado disminuir su índice de malnutrición infantil a un ritmo del 1% cada dos años, la India se encuentra en una situación más deprimente que países menos desarrollados como Nepal, Pakistán y Sri Lanka; y que lugares subdesarrollados como Sudán, Lesoto, Uzbekistán o Ruanda.

De los 35 estados que conforman la República india, 12 sufren «alarmantes» niveles de escasez de alimentos. Y en algunos, como Madhya, o en poblados de los estados de Jarkhand o Orissa, la situación es tan extrema como la de países africanos como Etiopía y Chad. En el conjunto de Asia, el único país donde la situación es aún peor es Bangladés.

En Asia hay 642 millones de hambrientos. Expertos en nutrición aseguran que el déficit se debe al mal acceso a los alimentos, pobres prácticas de alimentación e inadecuado cuidado infantil. Según los cálculos de la FAO hoy hay además de los 230 millones de indios, 84 millones de paquistanís, 65,3 millones de bangladesís, 10 millones de ceilaneses, 8,5 millones de nepalís y 7,8 millones de afganos, azotados por el hambre solo en el sur de Asia.

La mayor tasa de mortalidad infantil en Asia, según Unicef, la registra Pakistán, que sufre 63,26 pérdidas de cada 1.000. Le siguen Laos y Camboya. Singapur es el país asiático con mejores estadísticas, ya que por cada 1.000 niños nacidos solo 2,32 mueren antes de cumplir un año. Las dos potencias emergentes, la India y China, muestran unos índices de 47,57 y 16,06 muertes infantiles por cada 1.000, respectivamente.