REVUELTA EN EL MUNDO ÁRABE

La UE y EEUU acuerdan aplicar sanciones a Siria

Cientos de manifetantes protestan contra el régimen de Bashar al Asad, el viernes, en la ciudad siria de Banias.

Cientos de manifetantes protestan contra el régimen de Bashar al Asad, el viernes, en la ciudad siria de Banias. / AJ/DN

AGENCIAS / Bruselas / Washington

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La paciencia de la comunidad internacional con el régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, está al límite, después de que la represión de las manifestaciones del viernes en favor de las reformas en el país árabe dejaran al menos 60 muertos. La Unión Europea Estados Unidos han decidido aplicar sanciones al régimen y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha condenado la violencia contra los manifestantes.

Los países de la UE acordaron a última hora del sábado sancionar al régimen de Damasco como respuesta a su violenta represión de las protestas. Concretamente, las sanciones consistirán, en un principio, en imponer un embargo de armas y de materiales utilizados para la represión. Los Veintisiete tienen previsto, sin embargo, estudiar "urgentemente" otro tipo de medidas con las que forzar un "cambio inmediato en las políticas" del Gobierno sirio. Dentro de esas sanciones adicionales se incluye la posibilidad de prohibir a personalidades del régimen viajar a Europa y congelar sus activos y los de entidades vinculadas al presidente sirio. Además, la UE va a revisar "todos los aspectos de su cooperación con las autoridades sirias", según señaló en un comunicado.

Los programas de cooperación en vigor de la UE con Siria incluyen una partida de 129 millones de euros en el periodo 2011-2013 dedicados a apoyar reformas políticas y económicas y una cartera de inversiones de 1.300 millones de euros a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), una de las más importantes en la región. Además, desde el 2007 la UE ha concedido a este país árabe 80 millones de euros para ayudar a las autoridades a hacer frente a la llegada de refugiados iraquís.

Congelación de bienes

En EEUU, el presidente, Barack Obama, ha firmado una orden que impone nuevas sanciones contra familiares de Asad y de los servicios de espionaje de ese país, según ha informado la Casa Blanca. Las sanciones incluyen la congelación de bienes en territorio estadounidense de los afectados y la prohibición a los ciudadanos de este país de realizar negocios con ellos.

Entre los afectados por las sanciones figura el hermano pequeño de Asad, Maher, comandante de la IV División Acorazada del Ejército sirio, que ha desempeñado un papel clave en la represión contra los ciudadanos en Deraa, la ciudad donde han tenido lugar las mayores manifestaciones contra el régimen. También está incluido Atif Nayib, primo del presidente sirio y que encabezaba los servicios secretos en la provincia de Deraa en marzo, cuando comenzaron las muertes de manifestantes por fuerzas de seguridad.

Washington también ha impuesto sanciones al Directorio Nacional de Inteligencia, el servicio de espionaje interno sirio encargado de supervisar a los ciudadanos y suprimir la disidencia interna, y al director de esa agencia. Se extienden asimismo a la Fuerza Al Qods del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní, que la Casa Blanca considera que ha apoyado a Damasco en la represión. Si el régimen continúa con su política represora, Obama extenderá las sanciones al propio presidente Asad.

Discrepancias internas

Por su parte, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó el viernes una resolución promovida por Estados Unidos que condena la represión de las protestas en Siria y decide el envío de una misión de investigación al país árabe. El texto, que fue negociado a lo largo del día para lograr adhesiones, fue aprobado en una sesión especial del Consejo por 26 votos a favor, 9 en contra y 7 abstenciones.

EEUU y sus aliados europeos en el Consejo votaron a favor de la resolución, a la que se sumaron algunos africanos y latinoamericanos, como Uruguay y México, mientras que los votos negativos vinieron de Rusia, China, Pakistán, Cuba y Ecuador, entre otros. Varios países árabes miembros de este organismo de la ONU, como Jordania y Catar, se ausentaron de la votación.

El debate sobre la represión de las protestas políticas en Siria volvió a mostrar la tradicional división que impera en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU entre los países occidentales y los países islámicos. Frente a la posición de la Unión Europea y Estados Unidos condenando duramente la represión ejercida por el régimen de Asad, el grupo árabe y algunos no alineados advirtieron contra cualquier "injerencia" exterior en los "asuntos internos" sirios.