POLÉMICA DIPLOMÁTICA

Lula irrita a Italia al denegar la extradición de Battisti

El presidente brasileño traspasa el polémico asunto a Rousseff, que este sábado asume el cargo

EFE / Brasilia

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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha negado la extradición del italiano Césare Battisti, condenado a cadena perpetua en su país por cuatro asesinatos cometidos hace 30 años cuando integraba un grupo armado de extrema izquierda. Lula traspasa este polémico asunto a Dilma Rousseff, que este sábado asume la presidencia de Brasil. El pasado noviembre, la Corte Suprema de Brasil aprobó la extradición solicitada por Italia.

La decisión ya ha sido rechazada por Italia, cuyo ministro de Defensa, Ignazio La Russa, ha advertido de que "no estará exenta de consecuencias" políticas y diplomáticas. La Russa incluso ha insinuado que Italia podría promover un boicot contra los productos brasileños. El Gobierno italiano, en una nota oficial, anunció que se reserva "el derecho a considerar todas las medidas necesarias para obtener el respeto del tratado bilateral de extradición" con Brasil.

"Asilado político"

El canciller Celso Amorim ha explicado Lula le otorgó a Battisti el estatus de "asilado político" y se apoyó en una opinión de la Abogacía General de la República, que está "a tono" con la Constitución, las convenciones internacionales sobre derechos humanos y el tratado de extradición firmado con Italia.

El caso, sin embargo, deberá volver al Supremo, que se encuentra en receso hasta febrero próximo y deberá considerar si la decisión de Lula está ajustada a derecho.

Del Supremo también depende que Battisti sea liberado de la prisión en que se encuentra en Brasilia o que permanezca detenido hasta que la corte se pronuncie definitivamente sobre el asunto.

Battisti, de 55 años y detenido en una cárcel en Brasilia, fue miembro del grupo Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), un brazo de las Brigadas Rojas, la banda armada más activa durante la ola de violencia política que sacudió a Italia hace cuatro décadas. En 1993 fue juzgado en ausencia por un tribunal italiano que lo halló culpable de los asesinatos de dos policías, un joyero y un carnicero, cometidos entre 1977 y 1979.

Cuando fue procesado estaba en Francia, donde había obtenido el estatus de refugiado político, pero huyó en el 2004, cuando el Gobierno francés se disponía a revocar esa condición para entregarle a Italia. Fue capturado en marzo del 2007 en Río de Janeiro mediante una operación conjunta hecha por agentes de Brasil, Italia y Francia.