AUGE DE LA EXTREMA DERECHA EN eeuu

El Tea Party irrumpe con fuerza en el Congreso

Un ciudadano estadounidense deposita su voto en la localidad de Ossining, en el estado de Nueva York.

Un ciudadano estadounidense deposita su voto en la localidad de Ossining, en el estado de Nueva York.

EMILIO LÓPEZ ROMERO
NUEVA YORK

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La noche no pudo empezar mejor para el Tea Party. Solo tres horas después de cerrar los colegios electorales en Kentucky, su candidato para el Senado se proclamaba vencedor. No por estar cantado el triunfo de Rand Paul dejó de ser simbólico, al igual que ocurrió poco después en la batalla de Florida, donde la estrella emergente Marco Rubio se imponía con comodidad a los demócratas. Aunque hubo otra de arena, ya que acto seguido Christine O'Donnell reconocía su derrota en Delaware.

Oftalmólogo de profesión, Paul es otro primerizo que representa como nadie el ideario ultraconservador del Tea Party y cuenta entre sus credenciales ser hijo del libertario Ron Paul. Anoche se impuso con contundencia al demócrata Jack Conway y en su discurso de la victoria quiso enviar un mensaje «alto y claro» a Washington, al igual que ya hizo al ganar las primarias: «Hemos vuelto para recuperar el Gobierno».

Más importante fue el triunfo de Marco Rubio, el joven y apuesto republicano de Florida en el que muchos ven un firme candidato para las presidenciales del 2012. Anoche se subió al estrado para celebrar su triunfo, dijo que representa una «segunda oportunidad» para que los republicanos «sean lo que alguna vez prometieron», y recordó que, llegue adonde llegue, siempre será «hijo de exiliados» cubanos.

DULCE NOCHE / Ya en los sondeos a pie de urna empezaron a vislumbrarse los ingredientes de la dulce noche electoral que esperaba a los simpatizantes de la extrema derecha. Cuatro de cada diez electores consultados por la agencia AP dijeron ser seguidores del Tea Party y la mitad reconocieron que el movimiento ultra fue un factor clave que tuvieron en cuenta a la hora de emitir su voto, de los cuales una cuarta parte lo hicieron para apoyar a los ejércitos comandados por Sarah Palin.

Los terrones de azúcar se fueron agregando en Carolina del Sur, Arkansas, las dos Dakotas y Kansas. En el primero Jim DeMint se llevó la reelección, mientras en el estado de Bill Clinton se confirmaba que el novato John Boozman tenía todas las papeletas para arrebatar el escaño a Blanche Lincoln. Jerry Moran, en Kansas, John Thune, en Dakota del Sur, y John Hoeven, en Dakota del Norte, se imponían en los sondeos de CNN y AP.

El sabor amargo lo puso Christine O'Donnell, la niña bonita del movimiento, que veía como se le escapaba una victoria que quizá nunca tuvo en sus manos por un cúmulo de gazapos y meteduras de pata dignas de su heroína de Alaska. Respiraban tranquilos los demócratas en Delaware, el estado del vicepresidente Joe Biden, que estará acompañado en el Senado por su compañero de filas Chris Coon.

Al cierre de esta edición faltaban otras contiendas clave en las que el Tea Party tenía algo que decir, como el futuro del veterano senador Harry Reid, que veía peligrar su reelección a manos de la extremista Sharron Angle.