82 POLICÍAS HERIDOS DESDE EL DOMINGO

Cuarta noche de violencia callejera en Irlanda del Norte

BEGOÑA ARCE

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Dos hombres han sido detenidos en Belfast por la policía que investiga los disturbios del pasado 12 de julio en la capital norirlandesa, en los que varios miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos. En total, son siete las personas detenidas hasta el momento a causa de unos incidentes que por cuarta noche consecutiva han vuelto a producirse, aunque con menor intensidad, en el norte de Belfast.

Anoche los manifestantes prendieron fuego a un automóvil y lanzaron cohetes y bombas incendiarias contra los agentes de polícia, que utilizaron cañones de agua y balas de goma para dispersarlos. El epicentro de las protestas volvió a ser el barrio católico de Ardoyne, aunque esta vez no hubo heridos, según un portavoz de la policía del Ulster.

El Sinn Féin ha acusado de las agresiones, que ha calificado de "absoluta desgracia", a los disidentes republicanos, contrarios al proceso de paz. Los enfrentamientos comenzaron el pasado fin de semana, con las protestas de los nacionalistas contra los desfiles de la Orden de Orange.

Utilización de menores

Lo más preocupante de los disturbios, a juicio de los observadores, ha sido constatar la presencia de niños de apenas 8 o 10 años de edad. Los cabecillas, según la policía, están utilizando a los menores como atacantes y al mismo tiempo a modo de escudo.

Desde el pasado domingo, 82 agentes de policía han resultado heridos por los disturbios que han sacudido diferentes partes de la capital norirlandesa y otras localidades de la provincia, coincidiendo con las celebraciones protestantes del Doce de Julio.

Críticas al poder político

Según altos cargos de la PSNI, la clase política de la provincia no ha hecho lo suficiente para acabar con la violencia durante la conflictiva temporada de marchas, una crítica dirigida al ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, y su adjunto en el Gobierno, el republicano Martin McGuinness.

Los dos políticos se reunieron ayer en Belfast con el máximo responsable policial, Matt Baggott, para abordar este asunto y presentar un frente común.

McGuinness dijo que está claro "que hay grupos ahí afuera" que quieren reavivar el conflicto civil del pasado, en referencia a los disidentes republicanos.

Baggott también señaló que los incidentes, en los que participan niños de apenas "ocho, nueve o diez años de edad", están orquestados por elementos escindidos del inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), opuestos al proceso de paz en la región. El policía también instó a los políticos norirlandeses a solucionar urgentemente el problema de las marchas protestantes.

Devolución de competencias

Con la devolución el pasado abril de Londres a Belfast de las competencias de Justicia e Interior, los partidos de la provincia británica habían acordado eliminar la controvertida Comisión de Desfiles e involucrar a las dos comunidades enfrentadas para decidir conjuntamente las rutas de las marchas protestantes.

No obstante, los planes presentados por los políticos, que se prevé que entren en funcionamiento el próximo año, fueron rechazados la pasada semana por la Orden de Orange, considerada por los católicos como una organización profundamente sectaria.